Casi 200,000 personas sin techo en California: Medida A tiene soluciones pero aumenta impuesto en ventas
Los Ángeles — Poco antes de la pandemia, Alma Valenzuela vivía en la casa de su hermano, pero al quedar sin empleo de asistente de enfermera y tras las quejas de los vecinos sobre su estancia extra en la propiedad, la señora tuvo que salir del lugar.
Valenzuela tuvo que recurrir a su auto como hogar, y si tenía suerte alguna amiga le brindaba apoyo a corto plazo. Muy pronto, el asfalto de Los Ángeles se convirtió en su cama durante casi tres años.
Valenzuela fue solo uno de los de giros inesperados que le da el alto costo de vida, así como los empleos inestables en California a miles de personas anualmente, especialmente el condado de Los Ángeles.
Es importante señalar que, aunque todavía se puede presentar una solicitud, si el programa se cierra definitivamente, los solicitantes pueden perder su tarifa de procesamiento de $580.
“Sin hogar no tienes cómo asearte, cómo hacer tus necesidades, ni cama, ni cocina... Literalmente solo tienes las calles peligrosas, lo que alimenta el crimen y empeora la salud mental”, dijo Valenzuela, quien junto a un puñado de activistas salió este pasado 5 de septiembre al lanzamiento de la campaña a favor de la Medida A, en North Hollywood.
Ante la creciente crisis de personas sin hogar en California, la Medida A- Ordenanza sobre servicios para personas sin hogar y vivienda asequible, ha surgido como una iniciativa que busca abordar uno de los problemas más urgentes en el condado de Los Ángeles. A medida que el costo de la vivienda sigue aumentando y la población sin hogar crece, los líderes estatales y locales recurren a medidas para encontrar soluciones, pero muchas veces vienen con un precio.
Para Andy Molina, nada le serviría mejor que un cheque de por lo menos 300 dólares a la semana después de haber trabajado en Estados Unidos durante 40 años.
La Medida A, que aparecerá en la boleta electoral de noviembre, es una iniciativa integral sobre la falta de vivienda que busca generar fondos para proporcionar viviendas permanentes y servicios para personas sin hogar. Esta se enfoca en ampliar las opciones de viviendas asequibles, aumentar la capacidad de los refugios y mejorar los servicios de salud mental y adicciones. El plan propone recaudar miles de millones de dólares durante la próxima década a través de medio centavo de aumento en los impuestos de venta, que se destinarán a los vecindarios con mayor necesidad de recursos para los sin techo.
La Medida A del condado de Los Ángeles deroga la actual Medida H, con el argumento de que la falta de hogares podría aumentar en un 28%, y casi 50,000 angelinos podrían volver a las calles. Además, la medida exigiría responsabilidad en cómo se gastan los fondos, asegurando que los gobiernos locales utilicen eficazmente los recursos para reducir la falta de vivienda.
Cuando Julio Alberto Ramos escuchó por primera vez que un candidato a presidente, en aquel entonces Donald Trump, acusó a los inmigrantes mexicanos de ser criminales, le ofendió este ataque.
“Este pequeño aumento de medio centavo podría salvar a miles de personas de las calles, mejorar muchas comunidades en cuanto al crimen relacionado, y ayudaría a muchas personas a tratamientos para la salud mental”, dijo Valencia, de 57 años.
Los defensores de la Medida A argumentan que es un paso necesario para frenar la creciente crisis de personas sin hogar.
Stephanie Klasky-Gamer, presidenta y directora ejecutiva de LA Family Housing, dijo que “se espera el apoyo de los votantes para continuar como comunidad caminando hacia adelante”.
California alberga alrededor de 764,000 empresas empleadoras (o empresas con al menos un empleado), de las cuales aproximadamente 85,000 son empresas de propiedad latina, según el Latino Policy and Politics Institute.
Klasky-Gamer aseguró que no solo la prevención de personas sin hogar es necesaria sino la responsabilidad de cómo se gastan esos fondos.
A pesar de que California ha gastado 24 mil millones de dólares para las personas sin techo en los últimos cinco años, según una auditoría del estado revelada en abril, el presupuesto sigue siendo bajo y mucho de ese dinero no se sabe exactamente a qué lugares va.
California cuenta con un estimado de 171,000 personas sin hogar, o sea un 30 por ciento en todo el país, mientras en el condado de Los Ángeles cualquier día se pueden contar aproximadamente unas 75,300 personas con falta de techo.
En el corazón de California y sus bulliciosas calles repletas de soñadores en la caza de oportunidades para alcanzar el éxito, la historia de Catalina Sánchez Sánchez destaca como un testimonio de resistencia y ambición.
“Todavía falta mucho por hacer. En el 2023, por cada 100 personas que hicieron su transición de la falta de hogar a tener hogar en el condado de Los Ángeles, otras 125 se quedaron sin techo. No podemos dejar que esto continúe sucediendo”, dijo Klasky-Gamer, citando a medidas similares que han ayudado a organizaciones como LA Family Housing en la asistencia a cientos de personas sin hogar anualmente.
Gracias a esta organización, dijo Valencia, “llevo dos años con un hogar estable, con servicios de salud mental y con un propósito en la vida para salir adelante”.
“La Medida A es un cambio de juego”, dijo Carlos Amador, activista comunitario en el área del Valle de San Fernando, y quien ha visto un aumento gradual de personas sin hogar en su vecindario.
“Esta medida proporciona los fondos críticos que necesitamos, no solo para sacar a las personas de las calles temporalmente, sino para proporcionar soluciones a largo plazo que garanticen que puedan mantenerse fuera de las calles”, dijo Amador.
“Sabemos que los altos costos de vida, una economía desigual y los desarrollos multimillonarios que despojan a la gente de sus hogares son las causas principales de terminar sin techo. Si nos unimos, la comunidad podemos hacer la diferencia”, dijo el activista.
Haciendo eco de las palabras de Amador, Yvonne Wheeler, presidenta de la Federación Laboral de Los Ángeles y miembro de la Coalición Sí a la Medida A, este nuevo enfoque ofrecerá más viviendas que los trabajadores puedan pagar, más empleos, más servicios de salud mental y la capacidad de sacar a más personas de la calle a viviendas y tratamiento.
“La Medida A es una situación en la que todos ganan en el condado de Los Ángeles. Únase a nosotros votando SÍ a la Medida A para tener un Los Ángeles más seguro,mejor y más asequible”, dijo Wheeler.
A pesar del creciente impulso detrás de la Medida A, también hay una oposición que argumenta que el enfoque de la medida es demasiado costoso, ya que se basa en impuestos que podrían afectar a las familias de clase media. También cuestionan la eficiencia de los gobiernos locales en la gestión de los fondos, señalando fracasos anteriores en abordar la falta de vivienda a pesar del aumento en el gasto.
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