Errores en la firma podrían privar del derecho al voto a una cifra récord de personas en las próximas elecciones
Se espera que un número récord de americanos voten por correo en las elecciones de noviembre - y un número récord puede tener sus votos rechazados por firmas.
Se espera que un número récord de estadounidenses vote por correo en las elecciones generales de noviembre debido a la pandemia, y una cifra récord de ellos también podrían sufrir el rechazo de sus boletas por problemas con la firma.
En casi 40 estados, los funcionarios electorales cotejan las rúbricas en los sobres de las boletas que los votantes envían con las que están en el archivo, generalmente de los formularios de registro de electores o los departamentos de vehículos motorizados. Un puñado de estados exige que los votantes llenen su boleta ante un testigo, quien también debe firmar.
Si una rúbrica al parecer no coincide, o falta alguna, lo que suceda a continuación depende del estado -e incluso del condado- donde reside el votante. Algunos estados exigen que los funcionarios electorales del condado le den al votante la oportunidad de verificar su identidad o corregir el error; otros no, y las boletas son descartadas.
“Hay más oportunidades de equivocarse y que su boleta no sea contada en la votación por correo que en el sufragio en persona, reconoció Wendy Weiser, vicepresidenta de democracia en el Brennan Center for Justice. “Dicho esto, [un inconveniente] no le ocurrirá a la mayoría de la gente”.
Casi el 1% de los votos en ausencia emitidos (318.000 de 33 millones) fueron rechazados en las elecciones generales de 2016, según la Comisión de Asistencia Electoral de EE.UU. De ellos, casi la mitad no fueron contados debido a la falta o la no coincidencia de una firma. En esta elección, los votantes ya solicitaron 74 millones de boletas por correo en 37 estados y el Distrito de Columbia, aunque las fechas límite para hacerlo en la mayoría de los estados están a semanas de distancia, según un recuento de Michael McDonald -especialista en elecciones de la Universidad de Florida- de los estados que reportaron dichos datos.
El riesgo de que los votantes pierdan sus derechos electorales ha provocado una serie de desafíos legales. Los demócratas argumentan que existe una posibilidad mayor de la habitual de que las boletas válidas no cuenten debido a las leyes que no se han ajustado a las circunstancias de la pandemia. Los republicanos acusan a los demócratas de utilizar la crisis del coronavirus para reescribir las reglas electorales.
El resultado de esos casos legales -sobre si los funcionarios electorales necesitan o no ayudar a los votantes a solucionar inconvenientes con las firmas, cuánto tiempo tienen los votantes y si se precisa la firma de testigos- podría afectar miles de boletas.
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La solución para evitar la privación de derechos de los votantes no es poner fin al sufragio por correo, sino “cerrar esas lagunas [y] garantizar que la gente no pierda sus votos debido a problemas técnicos, errores o retrasos postales”, dijo Weiser.
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Actualizado al 12 de Octubre de 2020 | 5:50 P.M.
¿Se comunicarán conmigo los funcionarios electorales?
Sí. Si olvida firmar el sobre de su boleta por correo o si su rúbrica ha sido impugnada, los funcionarios electorales del condado le enviarán una declaración de verificación o una declaración de boleta sin firmar, para completar y devolver. Los formularios pueden enviarse por correo, email o fax.
¿Cuál es la fecha límite para solucionar problemas con las firmas en las boletas?
Los votantes tienen hasta las 5 p.m. de dos días antes de que su condado certifique los resultados electorales. Esa fecha varía y puede ser tan tardía como el 1º de diciembre. En el condado de Los Ángeles, los formularios de resolución de la boleta deben entregarse antes del 28 de noviembre.
¿Cómo evito cometer un error en la boleta electoral?
En primer lugar, asegúrese de firmar el sobre de su boleta. Los funcionarios electorales compararán la firma con la que está archivada en el Departamento de Vehículos Motorizados (DMV) o con la que utilizó cuando se registró para votar.
Un tema clave es si los estados les dan a los votantes la oportunidad de ‘corregir’ las boletas. Solo 29 estados exigen que se notifique a los votantes si hay problemas con sus boletas, como firmas faltantes o no coincidentes, según el Voting Rights Lab, un grupo de defensa que rastrea las leyes electorales. Once de ellos introdujeron procesos de enmienda de votos este año.
Según Megan Lewis, directora ejecutiva de la entidad, los estados idealmente deberían verificar las rúbricas de las boletas inmediatamente después de recibirlas, notificar a los votantes a tiempo por teléfono, email o correo postal en caso de error, y darles tiempo hasta la certificación final de los resultados electorales para solucionarlos. “Dado que veremos un panorama de votos en ausencia absolutamente expandido en esta elección, por razones obvias, esto será aún más importante”, remarcó Lewis.
Los fallos judiciales han sido contradictorios; algunos jueces están a favor de facilitar el recuento de las boletas y otros respaldan el precedente legal de que las leyes de votación no deben modificarse cerca de una elección. En Texas y Dakota del Norte, los magistrados federales dictaminaron que los votantes deben tener una oportunidad justa de verificar su identidad si los funcionarios creen que su firma no coincide. Pero los casos en los que la rúbrica falta o si se requieren testigos han sido más complicados.
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En Arizona, un campo de batalla para las elecciones presidenciales, un tribunal de distrito dictaminó el mes pasado que el estado debe otorgar a los votantes que no firmaron su boleta cinco días hábiles después de la elección para corregir el error. El 6 de octubre, un tribunal federal de apelaciones suspendió la decisión en espera de una apelación, dejando vigente la fecha límite legal del día mismo de las elecciones.
En un caso de Carolina del Sur, la Corte Suprema de Estados Unidos decidió el 5 de octubre pasado permitir que los funcionarios electorales hicieran cumplir el requisito de testigos -de larga data en el estado- que un juez de un tribunal inferior había suspendido durante la pandemia.
Y en Carolina del Norte, otro estado clave en las elecciones presidenciales, el proceso de enmienda de boletas está en el centro de una de las luchas legales electorales más polémicas del estado.
La North Carolina Alliance for Retired Americans demandó a los funcionarios electorales del estado, en agosto, para evitar que rechazaran las boletas por problemas de firmas sin darles a los votantes la oportunidad de corregirlas y para suspender el requisito estatal de testigos en los votos por correo de quienes viven solos (un proyecto de ley aprobado en junio cambió el requisito de dos testigos a uno). El grupo llegó a un acuerdo el mes pasado con la Junta Electoral del Estado de Carolina del Norte para que las personas que experimenten cualquier problema con su boleta -incluida la falta de una rúbrica del votante o testigo, o una firma en un sitio equivocado- pueda completar un formulario que verifique su identidad.
Críticos del partido republicano afirmaron que esencialmente invalidaba el requisito de la firma del testigo. Los dos republicanos en la junta electoral estatal -integrada por cinco personas- que habían votado a favor de los cambios, dimitieron ante la presión de los líderes del partido estatal, según el Charlotte News & Observer. Un juez federal bloqueó temporalmente el acuerdo este mes y se les indicó a funcionarios electorales del condado que no acepten ni rechacen las boletas con las firmas de testigos faltantes hasta que se resuelva el caso.
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El Comité Nacional Republicano (RNC, por sus siglas en inglés) y la campaña de Trump destinaron $20 millones a demandas por reglas de votación y están involucrados en alrededor de 40 casos en todo el país, incluidos varios por cuestiones normativas de firma.
“El objetivo en el litigio es proteger las salvaguardas existentes en el proceso de votación en ausencia”, comentó Justin Riemer, el principal asesor legal del RNC.
El presidente Trump afirmó que el “mayor riesgo” para su campaña de reelección es perder juicios que bloqueen la ampliación del voto por correo. Aunque para los expertos el fraude electoral es inusual, el mandatario ha afirmado repetidamente, aunque sin evidencia, que las boletas electorales enviadas por correo derivarán en un engaño generalizado, al tiempo que alienta a sus partidarios en ciertos estados a solicitarlas. También acusó falsamente a los funcionarios de Nevada de no requerir ni permitir ningún tipo de verificación de firma en las boletas.
Eso es incorrecto, destacó Wayne Thorley, subsecretario de estado de Nevada para las elecciones. Dicho estado codificó sus políticas de verificación de rúbricas existentes en un proyecto de ley electoral que se aprobó en agosto. Las boletas se impugnan cuando dos revisores coinciden en que la firma del sobre “difiere en varios aspectos significativos y obvios” de las registradas en el archivo de un votante, según la ley reciente.
“Verificamos la rúbrica en cada una de las boletas que se envían por correo”, remarcó Thorley. “No es una muestra o una selección aleatoria de boletas; se hace con cada una. Por lo tanto, es absolutamente falso decir que Nevada no realiza la verificación de firmas”.
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