Tres estudiantes mexicanos que estaban desaparecidos fueron asesinados y sus cuerpos disueltos en ácido - Los Angeles Times
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Tres estudiantes mexicanos que estaban desaparecidos fueron asesinados y sus cuerpos disueltos en ácido

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Tres estudiantes mexicanos de cine cuya desaparición en marzo provocó protestas a gran escala en la ciudad de Guadalajara, fueron golpeados, asesinados y sus cuerpos disueltos en ácido, dijeron las autoridades mexicanas, el 23 de abril.

Dos sospechosos fueron arrestados en conexión con el crimen, dijeron funcionarios de la oficina del fiscal general en el estado de Jalisco, que incluye a Guadalajara. Se emitieron órdenes de arresto contra otros seis sospechosos.

El fiscal general del estado de Jalisco, Raúl Sánchez, dijo a los periodistas en una conferencia de prensa grabada en video que proporcionaría nuevos e impactantes detalles sobre el caso.

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Los fiscales culparon a un “grupo criminal” -que creen que es el poderoso Cártel de la Nueva Generación de Jalisco- por el crimen. Disolver los restos humanos en ácido para ocultar las huellas de las víctimas es una táctica asociada con los cárteles de la droga en México.

La razón por la cual los tres jóvenes fueron blanco del ataque ha sido motivo de intensa especulación desde su desaparición el 19 de marzo. Ninguno de los tres tenía ningún vínculo conocido con bandas criminales, destacaron las autoridades. Pero los investigadores revelaron lo que llamaron un motivo probable para su secuestro y asesinato.

Según relatos oficiales, el día de su desaparición los tres estudiantes habían estado haciendo trabajos escolares en una casa en Tonalá, un suburbio de Guadalajara, asociada con una figura criminal importante. La casa pertenecía a la tía de uno de los estudiantes, dijeron las autoridades. Un grupo de traficantes rivales estaban “vigilando” la casa, y la presencia de los tres jóvenes probablemente despertó sospechas, dijeron las autoridades.

Un grupo de hombres fuertemente armados que se identificó como agentes de policía los sacaron de su vehículo, que se detuvo debido a un problema mecánico, según los testimonios de los testigos.

El estado de Jalisco, en el centro-oeste de México, es el hogar de una serie de grupos del crimen organizado, incluido el Cártel de Nueva Generación de Jalisco, considerado uno de los de más rápido crecimiento y de los más violentos en México.

Las autoridades dijeron que la evidencia genética encontrada en dos de tres hogares vinculados con el crimen, proporcionaba una conexión forense con los estudiantes: Javier Salomón Aceves, de 25 años; Jesús Daniel Díaz, de 20; y Marco García Avalos, también de 20. Todos estudiaban en la Universidad de los Medios Audiovisuales en Guadalajara.

En una residencia que fue registrada los investigadores encontraron armas de fuego y 46 barriles de ácido sulfúrico. La policía sospecha que los cuerpos de otras víctimas además de los de los estudiantes, pueden haber sido eliminados en ese sitio.

No se sabe exactamente cómo mataron a los tres estudiantes.

Pero Lis Torres, quien dirigió la investigación, dijo a los periodistas que un estudiante fue golpeado tan salvajemente que murió. Los secuestradores concluyeron que “tenían que ejecutar a los otros dos”, dijo.

Las autoridades dijeron que, después de su secuestro, los tres fueron llevados primero para “interrogarlos” a una residencia en las afueras de Guadalajara. La sangre de uno de los estudiantes, García, fue encontrada en el lugar del interrogatorio, dijeron las autoridades.

Muchas preguntas quedan sin respuesta sobre el caso. Las autoridades se negaron a proporcionar detalles exhaustivos sobre la evidencia genética recopilada en las búsquedas de las tres residencias relacionadas con el crimen.

Las desapariciones -que ocurrieron en medio de una serie de secuestros, asesinatos y otros crímenes en el estado de Jalisco- provocaron enormes protestas callejeras en Guadalajara, exigiendo que las autoridades encontraran a los tres, junto con una campaña paralela en las redes sociales.

Entre los que condenaron el secuestro de los estudiantes de cine se encontraba el director ganador del Oscar, Guillermo del Toro, oriundo de Guadalajara, quien ha contribuido sustancialmente a la educación cinematográfica en México.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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