Antes de su muerte, Anthony Ávalos, de 10 años, dijo que le gustaban los niños, según un oficial - Los Angeles Times
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Antes de su muerte, Anthony Ávalos, de 10 años, dijo que le gustaban los niños, según un oficial

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En las últimas semanas de vida Anthony Ávalos expresó que le gustaban los niños, y las autoridades ahora están investigando si la homofobia desempeñó un papel en la muerte del niño de Lancaster, de 10 años de edad, dijo un funcionario del condado.

El menor fue encontrado herido de muerte en su casa, con graves golpes en la cabeza y quemaduras de cigarrillos que le cubrían el cuerpo.

Brandon Nichols, subdirector del Departamento de Servicios para Niños y Familias del Condado de Los Ángeles, reveló en una entrevista que Anthony “dijo que le gustaban los niños” pero se negó a proporcionar más detalles, incluso a quién y cuándo lo contó.

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Nichols dijo que la investigación criminal del abuso que lo llevó a la muerte está en curso.

La tía de Anthony, María Barrón, dijo que Anthony habría sido muy valiente para confesar que era homosexual en su hogar.

La madre de Anthony, Heather Barrón, y su novio, Kareem Leiva, no han sido acusados de ningún delito relacionado con la muerte de Anthony. DCFS ha determinado que Anthony probablemente murió de abuso infantil. Ni Leiva ni Barrón respondieron a las solicitudes de comentarios.

La tía dijo que comenzó a alertar a DCFS en 2015, cuando notó hematomas y otras lesiones que los niños le dijeron que habían sido causadas por Leiva. Ella dijo que los menores también informaron que Leiva los encerraba en espacios pequeños donde tuvieron que orinar y defecar en el piso. Leiva fue condenado en 2010 por abuso doméstico.
Que el chico haya dicho eso en esas circunstancias “solo refuerza lo valiente que era Anthony”, dijo María Barron.

El DCFS y la policía recibieron al menos 16 llamadas desde 2013 por parte de administradores escolares, un maestro, un consejero, miembros de la familia y otras personas señalando a Heather Barron y Leiva y el abuso infantil, según dijeron fuentes al Times en un artículo el pasado domingo 24 de junio.

Al menos 13 de esas llamadas fueron recibidas por el DCFS y específicamente mencionaron a Anthony como la presunta víctima, dijo Nichols.

En una entrevista, Bobby Cagle, director de DCFS, confirmó al Times que las llamadas mencionaban que Anthony o sus seis hermanos fueron privados de comida y agua, abusados sexualmente, golpeados y magullados, colgados boca abajo de una escalera, obligados a agacharse durante horas, estar encerrados en espacios pequeños sin acceso al baño, obligados a pelear entre ellos, y forzados a comer de la basura.

El pasado miércoles 20 de junio, los agentes del Sheriff del condado de Los Ángeles respondieron a una llamada al 911 de su madre alrededor de las 12:15 p.m. y encontró al chico sin sentido dentro del departamento de su familia.

Las autoridades dijeron que les notificaron que el chico había “sufrido heridas por una caída”. Murió en un hospital el jueves por la mañana. Los oficiales del condado removieron a otros siete niños del hogar mientras continuaba la investigación.

Cagle dijo que a pesar de las denuncias sobre el abuso en la casa de Anthony, era “prematuro” decir que el caso representaba un fracaso del sistema de bienestar infantil.

“Esa es una pregunta muy compleja. Es mucho más que un problema en blanco y negro. Hay muchos tonos grises”, dijo Cagle.

El director prometió una investigación profunda y compartir los errores de gestión de cualquier caso con el público a medida que se descubren.

Ningún asistente social ha sido asignado a un trabajo de oficina o se ha convertido en sujeto de una acción disciplinaria en el caso. Nichols dijo que el departamento divulgará tales decisiones si ocurren a medida que se profundiza la revisión interna.

“Quiero estar seguro de que estamos siendo tan justos con ellos como sea posible”, dijo Cagle. “Si nos damos por vencidos en la labor de los trabajadores de inmediato, eso solo causa más rotación”.

Nichols dijo que los trabajadores sociales de su departamento documentaron hace años que Leiva era supuestamente un miembro de la pandilla criminal MS-13, pero que no clasificaron esa información como una amenaza en la seguridad del menor, cosa que se necesitaba para la remoción de Anthony del hogar, y el departamento nunca tomó los pasos para removerlo permanentemente.

“Solo porque alguien tenga alguna afiliación [con MS-13] no tendría un efecto concluyente”, dijo Nichols.

Los cinco miembros elegidos de la Junta de Supervisores del condado rechazaron las solicitudes de entrevistas relacionadas con el caso.
En un comunicado, la Supervisora Kathryn Barger, quien representa a Lancaster, dijo: “Nuestros compañeros en protección infantil están colaborando con las autoridades que llevan a cabo una investigación exhaustiva para identificar las circunstancias que rodean este crimen indescriptible”.

La supervisora Hilda Solis emitió un comunicado que decía: “Analizaremos muy bien cómo sucedió esto, tomaremos todas las medidas correctivas de inmediato y brindaremos una supervisión estricta y diligente para garantizar que las reformas que hemos iniciado se lleven a cabo”.

La supervisora Janice Hahn dijo: “Le hemos fallado a Anthony. Espero obtener respuestas en los próximos días sobre lo que salió mal”.

La reportera del Times, Nina Agrawal, contribuyó a este informe.

Therolf es reportero del Programa de Investigación en UC Berkeley y Common Sense News, una organización sin fines de lucro enfocada en el bienestar de los niños.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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