Tras tiroteo en El Paso, O’Rourke y otros demócratas denuncian retórica de Trump y piden endurecer las leyes sobre armas
LAS VEGAS — Un Beto O’Rourke visiblemente conmocionado condenó la disponibilidad de armas de guerra después de que un hombre armado matara a tiros a 20 personas en su ciudad natal de El Paso.
“Mantenga esa mierda en el campo de batalla”, dijo en un foro de candidatos presidenciales demócratas en Las Vegas, con la voz más grave. “No lo traiga a nuestras comunidades”.
La masacre en un gran centro comercial en la ciudad fronteriza de Texas condujo a recientes llamados de los demócratas para nuevas medidas de control de armas.
9 muertos en Dayton, Ohio. El segundo tiroteo masivo en 24 horas
Las autoridades dijeron que están investigando si el individuo arrestado bajo sospecha, a quien identificaron como un hombre blanco de 21 años de Allen, Texas, era el autor de un manifiesto antiinmigrante lleno de desprecio publicado antes del ataque; agregaron además, que el sospechoso sería acusado de un crimen de odio.
Estados Unidos está “bajo el ataque de terroristas nacionalistas blancos”, dijo el candidato demócrata Pete Buttigieg, alcalde de South Bend, Indiana.
“El nacionalismo blanco es malo y está inspirando a la gente a cometer asesinatos, es además, tolerado en los niveles más altos del gobierno estadounidense, y eso tiene que terminar”, dijo Buttigieg a la audiencia aquí en un foro de candidatos.
EEUU TIROTEO. Las autoridades de El Paso (Texas) confirmaron que hay varios muertos como consecuencia del tiroteo ocurrido este sábado en un centro comercial de esa ciudad.
Más tarde especificó que se refería a Trump. “El presidente de Estados Unidos está tolerando el nacionalismo blanco”, dijo, y agregó que el mandatario y todos los líderes tienen “la responsabilidad de cortar eso de raíz”.
Al final del día, O’Rourke, quien se había apresurado a regresar a su hogar en El Paso, tenía sus propias palabras duras para Trump.
“Es racista y aviva la discriminación en este país”, dijo O’Rourke después de hablar con personas heridas en el ataque. “Y no sólo ofende nuestra sensibilidad; cambia fundamentalmente el carácter de este país y conduce a la violencia”.
Los demócratas han denunciado rotundamente a Trump en las últimas semanas por sus tácticas agresivas contra los migrantes que cruzan la frontera entre Estados Unidos y México y sus comentarios racistas sobre las personas de color que sirven en el Congreso. Cuando se le preguntó este mes si le preocupaba que los nacionalistas blancos encontraran una causa común con él por sus ataques contra cuatro congresistas demócratas, Trump respondió: “No me preocupa porque mucha gente está de acuerdo conmigo”.
Las autoridades federales y locales dicen que hay una mayor preocupación por el terrorismo doméstico y la supremacía blanca.
Trump no hizo comentarios inmediatos el sábado sobre los posibles motivos del tirador o sobre las críticas de los demócratas. En Twitter, Trump calificó la masacre como “un acto de cobardía” y prometió apoyo federal a los líderes estatales.
Trump se ha opuesto a las propuestas demócratas para prohibir las armas de asalto e imponer verificaciones de antecedentes universales a los compradores de las mismas. Pero después de la masacre de un hombre armado en 2017 de 58 personas en un concierto al aire libre en Las Vegas, su administración vetó la venta de accesorios de “bump stock” que aumentan el poder de disparo de los rifles semiautomáticos.
El sábado, tuiteó: “Melania y yo enviamos nuestros más sinceros pensamientos y oraciones a la gran gente de Texas”.
La senadora Amy Klobuchar, de Minnesota, otra demócrata que se postuló para presidente, dijo a los periodistas en la conferencia de Las Vegas que Trump “alimenta mucho odio en este país”, pero no llegó a responsabilizarlo por los tiroteos masivos.
“Las personas que realizan los tiroteos son responsables, pero lo que sí creo es que su retórica ha provocado más odio en este país”, dijo.
Otros demócratas que compiten por la nominación del partido no hicieron comentarios sobre el motivo de la masacre, pero renovaron sus llamados a prohibir las armas de tipo asalto y otros pasos para abordar los tiroteos masivos.
El senador Bernie Sanders, de Vermont, dijo que los estadounidenses, incluidos los propietarios de armas, se unieron para apoyar la aprobación de la “legislación de seguridad de armas con sentido común”.
“En todo el mundo, la gente mira a Estados Unidos y se pregunta qué está pasando. ¿Cuál es la situación de salud mental en Estados Unidos donde una y otra vez vemos horrores indescriptibles? ”, dijo.
El compañero tejano de O’Rourke en la carrera demócrata, el ex alcalde de San Antonio, Julián Castro, lamentó las “leyes laxas” de su estado natal.
“La respuesta es asegurarse de que esas armas nunca lleguen a manos de personas así en primer lugar”, dijo a CNN Castro, también ex secretario de Vivienda de Estados Unidos.
La senadora Kamala Harris de California le dijo a la multitud sindical que era hora de preguntarse qué tipo de país es Estados Unidos.
“Tenemos que estar de acuerdo en que ya no podemos tolerar este tipo de violencia armada”, dijo a la audiencia en la Universidad de Nevada, Las Vegas.
Harris enfatizó que tomaría medidas ejecutivas para bloquear la importación de armas de asalto y restringir otras ventas de armas de fuego si el Congreso no establece normas sobre el control de las mismas en sus primeros 100 días como presidente.
Fue O’Rourke quien dio la noticia del ataque a la audiencia de unos 400 miembros del sindicato de la Federación Estadounidense de Empleados del Estado, del Condado y Municipales.
El ex alcalde y congresista de El Paso estaba en una visita de dos días a Nevada. Se saltó los eventos de la tarde en el área de Reno y canceló un cambio planeado de la campaña en California para poder regresar a casa.
“Estoy increíblemente triste y es muy difícil pensar en esto”, dijo a los periodistas momentos después. “Pero les diré que El Paso es el lugar más fuerte del mundo. Esta comunidad se va a unir”.
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