Expertos revelan cómo saber si sufre de síntomas persistentes de COVID tras meses de contagio
Los Angeles — A más de dos años dentro de la pandemia, millones de personas todavía sufren los síntomas persistentes COVID a pesar de haber estado enfermos varios meses atrás.
Alejandra Arias es una de estas personas. Así como ella, muchos se preguntan si estan sufriendo esos síntomas, en qué consisten y qué puede ocurrirles si no se tratan.
En septiembre del año pasado la residente de La Puente empezó a sentir los síntomas un día 15. Ella no tuvo que ser internada después de resultar positivo un día 19, pero su doctor le envió un tanque de oxígeno para ayudarle a respirar.
“Mis niveles de oxígeno estaban por debajo del 85 por ciento, eso fue motivo de preocupación para mí y para mi doctor”, dijo la señora de 48 años.
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A pesar de que 15 dias después Arias se recuperó, hubo algunos síntomas que ella siguió sintiendo que hasta ahora no se han ido, tales como dolores de cabeza, falta de enfoque y presión en el pecho.
Arias tiene problemas para caminar y vive sola, por lo que asistir al doctor es una tarea difícil para ella, pero insiste en que le gustaría sabir si sus achaques son consecuencia del COVID.
“Creo que de estar segura haría lo posible para ir al doctor. Es algo preocupante sentir esos achaques y no saber qué va a pasar con mi salud si sigo teniéndolos”, dijo Arias.
La doctora Samantha Wu, directora medica de desarrollo clinico de Goodpath, una compañía de atención y medicina integral, sobre este tema, explicó que por ahora no existe una definición universalmente aceptada para COVID prolongado.
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Aquí en los Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) lo reconocen como la presencia de síntomas nuevos, recurrentes o continuos que ocurren cuatro o más semanas después de la infección inicial de COVID-19.
“Los síntomas de la COVID prolongado pueden tener un impacto negativo significativo en la calidad de vida y el funcionamiento, lo que preocupa a las personas”, dijo Wu.
“La ausencia de curas conocidas y la incertidumbre que rodea el cronograma de recuperación también contribuyen a la preocupación que tienen las personas sobre esta afección”, dijo.
Y es que existen varias estimaciones sobre las personas que sufren de COVID prolongado, así como investigaciones en curso para determinar qué tan común es la duración de COVID, pero algunos estudios anteriores han encontrado que aproximadamente el 30 % de las personas infectadas con COVID-19 tienen síntomas persistentes durante varios meses después de la infección inicial.
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“Si aplicamos este porcentaje a la estimación más reciente de los CDC de las infecciones por COVID-19 en Estados Unidos, es posible que hasta 44 millones de personas estén experimentando o hayan experimentado el llamado COVID prolongado”, dijo la experta.
Mientras millones se achacan varios síntomas como parte del COVID prolongado, la doctora explicó que hay que buscar señales como una serie de síntomas que pueden involucrar muchas partes diferentes del cuerpo.
Estos síntomas pueden fluctuar con el tiempo y diferir de una persona a otra. Algunos de los síntomas más comunes incluyen fatiga, confusión mental y dificultad para respirar.
El COVID prolongado puede ser difícil de identificar por varias razones; uno es que no hay pruebas específicas para diagnosticar la condición. Los proveedores de atención médica tienen en cuenta el historial médico de una persona (por ejemplo, si se ha infectado previamente con COVID-19), junto con sus signos y síntomas, para llegar a un diagnóstico.
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Trazar la linea entre las señales de COVID prolongado y otras dolencias es una parte muy delicada también. Wu cree que para los expertos de la salud esto es un nuevo desafío, ya que los síntomas del COVID prolongado también son comunes a otras afecciones.
La evaluación de COVID prolongado implica excluir otras afecciones, en particular las que ponen en peligro la vida y/o requieren un enfoque de tratamiento específico.
“A medida que aprendamos más sobre el COVID prolongado, con suerte podremos diferenciarlo más rápida y fácilmente de otras dolencias”, dijo.
No obstante, es un hecho que el COVID prologando puede tener un costo importante en la vida personal y laboral de las personas. Puede afectar la capacidad de una persona para realizar sus actividades cotidianas en el hogar, y hay personas que no pueden realizar tareas básicas como lavar la ropa o subir escaleras.
Para la señora Arias esto es toda una realidad. Debido al dolor de pecho y los problemas para respirar, a ella le cuesta trabajo caminar ciertas distancias e inclusive hacer tareas fáciles, como barrer la cansan.
Cuando se trata del pensamiento claro, su agilidad para digerir platicas prolongadas no es la misma.
“A veces estoy platicando y e me olvida qué iba a decir. Tareas simples como enfocarme en algo que estoy leyendo hay ocasiones que se me dificultan, siento que mi foco de concentración no es el mismo”, dijo Arias.
El COVID prolongado también puede afectar la productividad laboral y obligar a las personas a reducir sus horas de trabajo o tomarse tiempo libre. En algunas situaciones, las personas con COVID prolongado pueden requerir apoyo por discapacidad a largo plazo. Todos estos escenarios pueden causar un tremendo estrés y ansiedad, lo que puede hacer que el proceso de recuperación sea aún más desafiante.
Las personas que sospechan que tienen COVID prolongado deben consultar a un proveedor de atención médica para obtener más orientación, dijo Wu.
Si bien no existe una cura comprobada para el COVID prolongado, organizaciones como los CDC han establecido pautas de tratamiento. La atención de la COVID prolongada sigue centrada en gran medida en abordar los síntomas y cualquier afección asociada, idealmente a través de un enfoque holístico y de múltiples frentes.
“La atención a la nutrición adecuada, el sueño, la reducción del estrés y el mantenimiento de un nivel adecuado de actividad son importantes para el bienestar general, que se extiende al cuidado de las personas con COVID prolongado”, dijo Wu.
La experta destaca que no es necesario visitar a los médicos para más valoraciones.
Las pruebas que tenemos a nuestra disposición muchas veces pueden generar resultados normales o no informativos en personas con COVID prolongado, y la utilidad de las pruebas debe equilibrarse con el riesgo de daño con pruebas excesivas, declaró.
“Hay situaciones en las que se justifica una evaluación adicional, particularmente si existe preocupación por condiciones potencialmente mortales o condiciones relacionadas que pueden responder a tratamientos específicos, así como si los síntomas no mejoran o empeoran”, dijo.
Cuando se le preguntó cómo se trata el COVID prolongado y cuándo debemos considerar el tratamiento, la experta dijo que cualquier persona cuyos síntomas prolongados de COVID estén afectando su calidad de vida y función debe buscar atención.
Agregó que el COVID prolongado es una condición tan nueva y la comprensión de cómo tratarla aún está evolucionando.
“Expresar sus inquietudes, informar cualquier síntoma nuevo o que empeora y participar activamente en la toma de decisiones sobre su atención son cosas importantes que los pacientes deben tener en cuenta”, dijo.
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