Estaban por tirar la toalla cuando crearon las tortillas ‘para la dieta’ que le cambió el rumbo a los tacos
Los Ángeles — La cinta adhesiva rechina en la sala, en donde se reparten responsabilidades dos grupos de trabajadores. En una mesa, están tres jóvenes colocando etiquetas en las bolsas y en otra área se encuentran otros empleados seleccionando el producto que introducen con una ligereza de manos que no da tiempo de parpadear.
Estos empleados están muy ocupados ante la alta demanda de tortillas, un producto que esta empresa vende desde hace algunos años, pero el crecimiento exponencial se ha generado con el lanzamiento de una nueva modalidad que llegó a suplir la necesidad de quienes cuidan su salud.
“Es nuestra arma para enfrentar al grande”, indicó Anthony Alcázar, presidente de la compañía Mr. Tortilla, en referencia a la tortilla de un carbohidrato y a la férrea competencia que han enfrentado para entrar al mercado, dominado por empresas con mayor antiguedad en esta industria.
A juicio del empresario, de 36 años, vienen bregando contra la corriente desde que este negocio abrió sus puertas, a mediados de 2012, en una pequeña bodega en la ciudad de Van Nuys.
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Al mismo tiempo que buscaban colocar su producto en supermercados, hacían experimentos para crear una tortilla diferente. En el proceso, crearon variados sabores de tortilla mezclando la masa con chipotle, jalapeño, parmesano, trigo, espinaca y pimiento rojo asado, entre otros ingredientes.
“Hemos trabajado años para sacar esto, cada semana tratábamos”, comentó Tony Alcázar, fundador de la empresa, quien junto a sus dos hijos Ronald y Anthony, al inaugurar el negocio hacían pruebas de una tortilla para tacos, la cual se rompía al ponerle la carne, cebolla y cilantro.
Estos emprendedores estaban decididos a innovar sus tortillas. Ellos calculan que hacían entre 80 y 100 pruebas por semana. Le ponían proteina y fibra, ajustaban el cocimiento y la cantidad de sal. Esa rutina se extendió por unos seis años, periodo en el que calculan habrán hecho más de 19 mil experimentos.
“No podíamos vender esa tortilla si se rompía”, reconoce Anthony, graduado con una licenciatura en Economía de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
“Queríamos tirar la toalla o vender la compañía”, agregó el también encargado del mercadeo de la empresa, detallando que todo dio un giro radical a principios de julio pasado, cuando descubrieron que el procedimiento y los ingredientes funcionaron a la perfección.
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Repitieron el proceso y volvió a funcionar. En menos de una semana, colocaron el producto en pre-venta y la respuesta del público fue vertiginosa.
“Mientras no te rindas, puedes llegar a la meta”, aseguró Tony, de 61 años de edad y de origen peruano, quien trabajó durante 30 años en fábricas de tortillas y en la industria alimentaria antes de lanzarse a este negocio con sus hijos.
“Hasta que encontramos la fórmula perfecta”, apuntó.
La tortilla de un carbohidrato la colocaron en pre-venta el pasado 14 de julio y la comenzaron a distribuir el 1 de agosto, cautivando a un público ávido de consumir un producto bajo en calorías.
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Esta tortilla está hecha a base harina integral y contiene un carbohidrato, dos gramos de fibra de avena, un gramo de proteína y 15 calorías, según se lee en el paquete de 24 tortillas que se vende por $4.99 en internet. En este momento están ofreciendo dos sabores: pico de gallo y multigranos.
“Esta tortilla de un carbohidrato ha cambiado el rumbo de la compañía”, manifestó Anthony, al mismo tiempo que mostraba las cajas que se estaban preparando para ser enviadas por correo a estados como Ohio, Arkansas, Louisiana, Oklahoma, New Mexico y New York, entre otros destinos.
En la parte posterior del negocio, ubicado en la ciudad de San Fernando, laboran nueve personas en el centro de producción. Los empleados colocan las bolitas de masa en una prensa y en cuestión de segundos salen cientos de tortillas que pasan por un horno, antes de entrar a un cuarto frío en donde permanecen un poco más de 5 minutos.
Cuando salen de ahí son selladas en bolsas y luego colocadas en las cajas que se envían por correo. Cada día están produciendo en promedio 240 mil tortillas. En este momento, el 60% del producto que elaboran es tortilla de un carbohidrato, debido al alto número de órdenes que han recibido.
“No nos abastecemos”, dice Tony sobre el personal, por lo que mientras se realiza la entrevista, le dice a una empleada que tome los nombres de cuántas personas pueda de quienes llaman solicitando trabajo.
En la actualidad, el negocio cuenta con cerca de 50 empleados, quienes se distribuyen en diferentes turnos durante 18 horas del día.
Al llegar la pandemia, esta compañía sufrió un golpe colosal. Al cerrarse los restaurantes, Mr. Tortilla comenzó a sufrir pérdidas, porque sus principales clientes eran los negocios de comida. Muchos de esos locales no volvieron a abrir y estos tortilleros no han podido recuperar lo que les deben.
Calculan que entre marzo y junio perdieron alrededor de $500 mil.
La tortilla de un carbohidrato, sin embargo, le devolvió la vida a esta compañía y también encontraron la forma de insertarse al mercado en el que les habían cerrado las puertas.
“Hemos abierto el negocio en internet, en donde no hay barreras”, aseguró Ronald, de 30 años de edad, graduado de la licenciatura en Física, en UCLA y director de operaciones de la empresa.
A través del internet, aseguran, han podido burlar las barreras que les imponían las grandes compañías, a través de bloqueos para que no entraran a los supermercados.
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Las ventas las están realizando a través del sitio web de Mr. Tortilla y también crearon el portal 1carb.com. Para el mercadeo, han utilizado como arma de batalla las redes sociales.
En su cuenta de Instagram, en donde se encuentran como @thebesttortilla, han llegado a más de 37 mil seguidores y el público les retroalimenta, enviándoles recetas de platillos que se pueden preparar.
“Finalmente encontré unas tortillas que se han vuelto mis favoritas”, compartió la presentadora de televisión mexicana Yanet García, en su cuenta de Instagram, hablando de este producto.
En su mensaje, la famosa “influencer” de México que cuenta con 13.3 millones de seguidores, dijo hace unas cuantas semanas que estas tortillas “tienen menos carbohidrato, menos calorías, saben súper ricas”, recomendándolas mientras mostraba un plato con cinco taquitos.
“Mis tortillas para la dieta”, dijo García.
En efecto, los consumidores la buscan por el hecho de que ahora los tacos no son obstáculo para hacer dieta; asimismo, las personas que padecen de alguna enfermedad no tienen ningún problema en saborearla en la modalidad que sea.
Alejandra Ortega, empleada del centro de llamadas, cuenta que recientemente atendió en el teléfono a un anglosajón, asegurando que quería hacer una orden de tortillas porque es diabético.
“Él decía que desde que está comiendo ‘one carb’ su azúcar se le normalizó”, relató, detallando que el cliente afirmaba que su esposa mexicana lo había acostumbrado a las tortillas y los frijoles en la casa.
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A la fecha, este negocio ha recibido alrededor de 50 mil órdenes de diferentes ciudades y estados. Cada producción que sale se prepara para enviarla según los pedidos que tienen en agenda.
Los empresarios sostienen que la demanda se debe a que la tortilla es nutritiva y los que quieren comer saludable, bajar de peso y seguir una dieta, perfectamente pueden hacerse unos tacos, quesadillas o chilaquiles, entre otras opciones.
“Le cambiamos el rumbo a los tacos”, dice Anthony, asegurando que ahora esa delicia mexicana es baja en calorías y no necesita utilizar doble tortilla como ocurre con los tacos tradicionales.
Durante la entrevista, el empresario muestra cajas que están listas para irse a Kansas, Texas, Oregon y Minesota, entre otros estados.
“Por las redes sociales les ha llegado la información”, aseguró.
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A su juicio, los negocios pequeños tienen esa herramienta gratis que pueden utilizar para competir con las compañías grandes.
El empresario sostiene que las empresas que todavía no están usando Facebook o Instagram, están condenadas a desaparecer. En cambio, el buen uso puede darles un aliento para llegar a más consumidores.
“Son importantísimas las redes sociales, porque no discriminan”, aseguró Anthony.
“Es un milagro que nos hizo Dios, ahora estamos viviendo un tiempo de expansión”, concluyó.
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