Así sentimos el escenario del Latin Grammy desde Sevilla

Shakira, Rosalía, Alejandro Sanz y otros artistas deslumbraron con sus actos musicales en el evento de la Academia Latina de la Grabación

Por Sergio BursteinStaff Writer and Assistant Editor

Nov. 16, 2023 6:28 PM PT

SEVILLA, ESPAÑA — Las cosas no se hacen precisamente temprano en tierras españolas. Mientras que la alfombra roja se inició después de las 6 de la tarde y terminó después de las 9 de la noche, la ceremonia oficial de premios que se transmite por televisión comenzó después de las 10 de la noche y se prolongó hasta después de la 1.30 de la madrugada.

Para quienes cubrimos el evento en vivo, la jornada fue brutal. Para otros continentes, pertenecientes sobre todo a los territorios latinoamericanos y a los Estados Unidos, la idea de que el Latin Grammy se realizara tan tarde tenía sentido, incluso cuando no se iba a transmitir en vivo por allá.

En lo que respecta a los trofeos, los resultados finales favorecieron a tres mujeres: Karol G, Shakira y Natalia Lafourcade. Cada una de ellas se fue a casa con tres premios, lo que le dio al evento una clara impronta femenina. Pero eso ya lo sabían si siguieron nuestra cobertura minuto a minuto que pueden encontrar siguiendo este enlace.

Lo que nos corresponde ahora es hablar de lo que se vio y se escuchó sobre la tarima del Centro de Conferencias FIBES, donde se desarrolló la ceremonia, en lo que respecta a las actuaciones musicales, que, como es costumbre, son las que ocupan la mayor parte del tiempo disponible y las que despiertan entusiasmo entre los fans de los artistas involucrados.

Los trámites en el escenario se iniciaron de modo brillante con la presentación de la estrella española Rosalía, quien se encomendó a “Se nos rompió el amor”, un tema escrito por Paquito Guzmán, de tendencia originalmente tropical, que se vio transformado en un vibrante flamenco, secundado por ni más ni menos que 21 guitarristas y 21 palmeros.

Se puede decir lo que se quiera de Rosalía, pero lo cierto es que, en esos momentos, la barcelonesa hizo gala de su estupenda voz, creó una reinvencion que no lucia posible y lució sin reparos su esplendorosa belleza mientras llevaba un traje negro de escote impresionante.

Es necesario señalar que hoy es el Día Internacional del Flamenco, un género que, por supuesto, es oriundo de Andalucía, donde se realizó todo lo que narramos por aquí. Pese a ello, La Academia Latina de la Grabación optó por limitar la presencia del género en un espectáculo que, a fin de cuentas, es seguido con fervor en zonas que no son precisamente afines a esta clase de folklore.

Fuera de lo que hizo Rosalía -que, ojo, no es andaluza- y de las pinceladas flamencas que se notaron en distintos momentos del show, el único otro momento abiertamente dedicado a la región sureña fue el que protagonizó el legendario y veterano tenor italiano Andrea Bocelli al cantar “Granada”, una pieza orquestada que, curiosamente, fue compuesta por un mexicano, el igualmente célebre Augustin Lara.

Carin León hizo gala de sus talentos en la tarima.

Más allá de la magnificencia de la voz del tenor, el acto contó con una llamativa puesta en escena, marcada por la presencia de cuatro bailarines flamencos que se desplazaban sobre una alfombra de rosas.

Ya en otros terrenos, quien también generó sorpresa fue Carin León, el popular intérprete y autor de Hermosillo, Sonora, que se rodeó de grandes instrumentistas para ofrecer una versión particularmente lograda de “Primera cita”, una pieza con fuertes influencias del country en la que recurrió incluso a un inspirado falsete que puso de pie al actor de Hollywood John Leguizamo, quien se encontraba entre los asistentes. Minutos después, de manera merecida, León se hizo acreedor al Grammy al Mejor Álbum de Música Norteña por su trabajo “Colmillo de leche”.

León regresó más tarde para darle realce al segmento del colombiano Maluma al colocar su voz en el momento correspondiente a “Según quien”, una placentera entrega de soul que fue lo mejor dentro de un popurrí en el que hubo también bachata (a través de “Procura”) y salsa romantica (mediante “La fórmula”).

En el plano de la música urbana, el acto más esperado era sin duda el del grupo mexicoamericano Eslabón Armado y el jalisciense Peso Pluma para la interpretación del mega éxito “Ella baila sola”, que encontró a todos los músicos luciendo trajes elegantes, rodeados de chicas sensuales con antifaces y amparados por un vasto manto de trompetas.

Alejandro Sanz se hizo cargo de uno de sus mayores temas.

Llamó también atención lo que hizo Alejandro Sanz (ahora rubio) con “Corazon partio”, su éxito más notable, que se plasmó en una versión de lujo ante una escenografía que aprovechaba la arquitectura típica de del teatro y que albergaba también a 30 bailarines de flamenco, entre hombres y mujeres.

Antes de la interpretación, Sanz atravesó aparentemente un momento de confusión mental al tener que reiniciar el discurso que daba, encaminado a promover el pacifismo en medio de las difíciles situaciones que atraviesa el planeta.

Como se sabe, el Latin Grammy no se ha inclinado nunca de manera generosa hacia las presentaciones rockeras, por lo que más cercano a este rubro se produjo durante la presentación del colombiano Juanes, quien se valió de un ambiente luminoso para darle cuerda a su sencillo “Gris”, ostensiblemente más guitarrero que sus ofrendas del pasado reciente, pese a contar con la participación de seis coristas que parecían provenir de una agrupación de pop comercial.

El autor de “Camisa negra” regresó más adelante, pero no para cantar, sino para poner la cuota de guitarra eléctrica ruidosa en el segmento otorgado al puertorriqueno Rauw Alejandro, quien inició su parte de manera poco afortunada al intentar reproducir las notas cantadas por Laura Pausini en “Se fue”, pero que cambió radicalmente de rumbo musical cuando le tocó reproducir en vivo su tema “Baby hello”.

Había mucha expectativa en lo que respecta a la participación de la superestrella Shakira, que intervino en dos momentos. El primero, correspondiente a la canción “Acróstico”, la encontró sentada en un ambiente externo al escenario que la condujo finalmente hasta el escenario para enfrentarse a unas imágenes de sus dos hijos que le cantaban mientras ella se paraba al lado del pianista y que, más que resultar tiernas, tenían una apariencia desconcertante de Inteligencia Artificial, al menos para nosotros.

Fue mucho más interesante, en todo caso, lo que ella misma hizo con el DJ Bizarrap durante la interpretación de la arrolladora “BZRP Music Sessions, Vol. 53”. La canción llegó hasta nuestros ojos y oídos tras una sesión de arlequines y una de tango que le permitió a la colombiana ensayar unos elaborados pasos vinculados a la complicada danza argentina, y que desembocó en una elaborada coreografía llena de movimientos pélvicos y de mucho entusiasmo.

A solo una hora de iniciado el evento, se produjo el esperado homenaje a la Persona del Año, que, como resulta también habitual, es una suerte de resumen del gran concierto privado que se ofrece el día anterior, y que, en este caso, se dio en el mismo complejo de FIBES, aunque en un espacio más chico.

Ahora, Pausini (la homenajeada) empezó el segmento con un popurrí que incluía partes de “Durar”, “La soledad”, “Víveme” y “En cambio no”, y que resaltó sobre todo por el poderío inagotable de su voz, aunque deslumbró también el empleo de varios violinistas y de un coro de diez personas que le dieron dimensiones épicas a las interpretaciones.

No la pasamos tampoco mal viendo al mexicano Christian Nodal y a la boricua Kany Garcia mientras unían fuerzas para reproducir en la tarima su éxito “La siguiente”, que, curiosamente, contó con una ambientación de tinte muy sesentero, pese a que, musicalmente, se trataba de una balada norteña, con todo y acordeón.