Esto es lo que puedes esperar de ‘Scream’, ‘Belle’ y otras películas nuevas en cartelera
La primera quincena del nuevo año se anima en las salas de cine con la llegada de títulos tanto de tendencia comercial como de orientación artística que podrían atraer por diversas razones a audiencias generosas, aunque es de esperar que la variante en boga del inacabable virus frene de algún modo los deseos de meterse en recintos cerrados.
SCREAM
Directores: Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett
Reparto: Melissa Barrera, Neve Campbell, David Arquette
Género: Terror / Slasher
La saga de “Scream” no podrá ser nunca la misma sin Wes Craven, el legendario cineasta especializado en el género de terror que creó al inmortal Freddy Krueger, que dirigió las cuatro entregas de la franquicia estrenadas entre 1996 y 2011 y que falleció en el 2015. Y, en todo caso, no podrá ser tampoco la misma sin Kevin Williamson, el guionista de tres de esas cuatro cintas, quien sigue vivo (y es todavía joven), pero que no participó directamente en la escritura de la producción que se estrena esta noche exclusivamente en salas, optando en cambio por el puesto de productor ejecutivo.
En teoría, estas dos circunstancias tendrían que ser suficientes como para que se mirara con desconfianza el nuevo título. Pero los amantes del terror (es decir, los que han estado particularmente atentos a este proyecto) saben probablemente desde hace tiempo que la película fue puesta en manos de Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, dos directores que se ganaron la devoción de estos mismos fans tras hacer “Ready Or Not” (2019), un trabajo de género igualmente celebrado por los críticos y la audiencia que, además, combinaba magistralmente el terror y la comedia, tal y como lo hicieron los dos primeros filmes de “Scream”.
La “Scream” del 2022 (cuyas escenas de ataque y de asesinatos son sin duda las más brutales y ‘gore’ de la saga entera) no puede ni quiere ser realmente original, y lo curioso es que, en este caso, lo que podría ser una falta considerable en otra clase de producción se justifica por el carácter mismo de una saga que se ha distinguido permanentemente por ser autorreferencial e irónica.
Sin ser genial -sobre todo porque el tributo a la primera entrega puede llegar a ser excesivo-, el guion de James Vanderbilt y Guy Busick retoma de manera creativa las ya conocidas reglas de las cintas pasadas y la proverbial duda de quién es el asesino, y logra incluso actualizar los trámites con alusiones a trabajos recientes del terror y cambios sutiles de inclusión que no se sienten del todo forzados.
Por ese lado, aunque se ha promocionado mucho el bienvenido regreso de los personajes icónicos interpretados por Neve Campbell, David Arquette y Courtney Cox, y aunque hay una multitud de personajes razonablemente desarrollados, nuestra comunidad se encuentra bien servida con la inclusión de hasta dos figuras estelares de origen latino: la mexicana Melissa Barrera (“In the Heights”) y la mexicoamericana Jenna Ortega (“The Fallout”), quienes interpretan a dos hermanas asediadas por la nueva encarnación de ‘Ghostface’. Y eso es un avance importante para una franquicia que al inicio fue totalmente blanca, que se abrió después a los afroamericanos y que le da finalmente cabida a los hispanos, pese a que estas hermanas se apellidan Carpenter, en probable homenaje al gran John.
BELLE
Director: Mamoru Hosoda
Voces (en la versión original): Kaho Nakamura, Takeru Satoh, Kōji Yakusho
Género: Animación / Fantasía
La cartelera nacional de este fin de semana le da cabida al menos a una propuesta con grandes posibilidades de insertarse en las nominaciones de la Academia a la Mejor Película Animada; se trata de “Belle”, una cinta japonesa que, sin llegar a ser absolutamente redonda (quizás por la insistencia del pop comercial en sus canciones, digo yo), resulta ciertamente encantadora y luce de manera estupenda.
No es tampoco una historia completamente original, claro, pero asume eso de manera abierta, ya que se trata de una especie de versión moderna del cuento de “La Bella y la Bestia” que toma eventualmente su propio rumbo al trasladarnos a un universo de realidad virtual en el que los usuarios asumen aspectos y conductas distintos a los de sus vidas reales, lo que da pie a comentarios interesantes acerca de la condición humana y, sobre todo, acerca de los traumas y los momentos difíciles que atraviesan muchos niños y adolescentes ante el abuso o la pérdida. ==
En ese sentido, la protagonista del filme -que se proyectará tanto en su versión de audio original como en una doblada al inglés, y que incluye presentaciones selectas en salas IMAX iniciadas el jueves-, es Suzu Naito, una estudiante de secundaria que se encuentra todavía profundamente marcada por la muerte accidental y heroica de su madre, ocurrida hace cerca de una década, lo que ha generado en ella una serie de conflictos, resentimientos e inhibiciones que trata de resolver a través del avatar de Belle, una cantante preciosa y etérea que “vive” en “U”, un avanzado mundo virtual que se encuentra supuestamente amenazado por El Dragón, una figura monstruosa y agresiva evidentemente controlada por un ser humano atormentado.
THE PINK CLOUD (A NUVEM ROSA)
Directora: Iuli Gerbase
Reparto: Renata de Lélis, Eduardo Mendonça, Kaya Rodrigues
Género: Ciencia ficción / Drama
Siempre es grato recibir en la cartelera local una producción brasileña, debido a que los trabajos fílmicos procedentes de esa nación no cuentan precisamente con una distribución muy ventajosa por aquí; y es un placer más grande encontrarse con una propuesta de esos lares que maneje una propuesta atípica y hasta premonitoria, como es el caso de “A Nuvem Rosa” (“The Pink Cloud” en inglés), que se estrena este viernes en salas selectas y estará disponible en Video On Demand a partir del 1ro de marzo.
La cinta se inicia con un aviso en el que se advierte que se escribió en el 2017 y se terminó de filmar en el 2019, lo que resulta particularmente pertinente en vista de lo que se está por ver: una historia ubicada en un futuro cercano pero indeterminado en el que la llegada de unas nubes rosadas extraordinariamente nocivas obliga a la Humanidad a encerrarse por un periodo de tiempo que se va haciendo cada vez más extenso y parece no tener fin.
Como no estamos ante una película de Michael Bay (por suerte), la joven directora y guionista Iuli Gerbase cuenta la historia desde la perspectiva de Giovana (Renata de Lélis) y Yago (Eduardo Mendonça), una pareja casual que en condiciones normales no hubiera durado probablemente mucho pero que, al no poder salir de la casa de ella luego de que se anuncia el efecto letal del fenómeno celestial, empieza a acostumbrarse a tener una vida romántica compartida que se resquebraja poco a poco debido a las actitudes cada vez más distintas de cada uno de ellos ante lo que se vive.
Esto le permite a la debutante Gerbase la implementación de un fascinante estudio de personajes en medio de una coyuntura particularmente inusual (pero escalofriantemente cercana a la de la actual pandemia) que llega servido en un atractivo empaque de ciencia ficción ‘indie’ y que, a pesar a evitar la presentación de detalles sobre las causas del problema y sus efectos evidentemente devastadores para el planeta, no deja de lado a otros seres humanos cercanos a los protagonistas, quienes se conectan frecuentemente a través de video llamadas. Además, no debe pensarse que las limitaciones de presupuesto afectan la factura del filme, que tiene unas cualidades visuales ciertamente fascinantes.
DELICIOUS
Director: Éric Besnard
Reparto: Grégory Gadebois, Isabelle Carré, Benjamin Lavernhe
Género: Comedia dramática / Histórico
Pese a ser demasiado ligera y fantasiosa como para gozar de rigor histórico, “Delicious”, que se lanza este viernes de manera simultánea en salas y en Video On Demand, es una cinta francesa particularmente entretenida y especialmente grata a la vista que recrea a su manera (y de modo bastante libre, por lo que hemos leído), la invención de los restaurantes, esos lugares tan comunes en la actualidad que no existían en su modalidad presente antes del siglo XVIII.
Para ello, el guion de Éric Besnard (también director) y Nicolas Boukhrief nos traslada a la época inmediatamente anterior a la Revolución Francesa, donde nos presenta a Pierre Manceron (Grégory Gadebois), el cocinero privado (todavía no los llamaban chefs, por supuesto) del arrogante Duque de Chamfort (Benjamin Lavernhe), quien, tras las injustas palabras de repudio de un líder de la Iglesia (¿cuándo no?) ante uno de sus excelentes canapés de papas (magnifico tubérculo que era aparentemente rechazado por los aristócratas debido su sencillez), decide retirarse del oficio y refugiarse en su espacioso pero modesto albergue en la campiña.
Una vez allí, Manceron conoce a Louise (Isabelle Carré), una bella y misteriosa mujer que se presenta inicialmente como una ex cortesana y que asegura querer ser su aprendiz de cocina, pero que va a sacando poco a poco al maestro de su amargura, devolviendo el sabor a su vida, incentivándolo a vender sus platillos a quien desee adquirirlos y hasta haciéndolo ser más respetuosa con las damas (lo que no era probablemente común en la época). La inevitable historia de amor no tiene muchas sorpresas, pero el humor ligero del asunto entero se disfruta, los paisajes galos son siempre atractivos y la cinta tiene además curiosos comentarios sociales sobre la democratización de la comida bien hecha.
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