El español Alizzz habla de sus seis nominaciones a los Premios de la Academia Latina de la Grabación
Lo último que se imaginaron los padres de Cristian Quirante es que aquel chico que dejó la ingeniería de telecomunicaciones para lanzarse al desenfreno del mundo de la música electrónica terminaría siendo uno de los principales productores de habla hispana.
Menos, claro, que años después de que les diera el disgusto de no ejercer la profesión para dedicarse a hacer música en una computadora, estaría nominado bajo su nombre artístico de Alizzz a seis Latin Grammy. Todos por “El Madrileño”, el disco que hizo con Pucho, su amigo del alma y colaborador, a quien conocemos como C Tangana.
“Nosotros no hicimos el disco pensando en los premios, aunque no voy a negar que es muy bonito recibirlos, especialmente cuando los que votan son los colegas; pero ‘El Madrileño’ fue producto de nuestra necesidad de presentarle al público algo diferente”, dijo Alizzz.
Lo que les salió es una de las propuestas más originales de los últimos años. El álbum explora algunos de los ritmos iberoamericanos más populares y les da la vuelta de una forma tan inesperada que deja a Toquinho cantando letras de trap al ritmo de su bossa-nova, mientras C Tangana le responde con su voz y su estilo particular.
Su relación con el artista español es antigua; de hecho, Alizz fue una especie de partero en el nacimiento, tanto de él como de Rosalía.
“Eso no me lo imaginaba ni yo. Es que ni pasaba por mis sueños más delirantes”, contó. En realidad, eso de que haya sido tan determinante en el éxito de ambos artistas es una apreciación que, si bien es cierta, le alborota la modestia y asegura que “lo habrían logrado igual”.
Probablemente, sí que lo habrían logrado. El talento de los dos es indiscutible, pero eso de que “igual” seguro que no. Fue el sonido de Quirante, quien en su vida artística se hace llamar Alizzz, el que gestó la magia de “Antes de morirme “, la canción que lanzó la carrera de Rosalía y le dio estatus de un artista establecido como C Tangana.
En esa época eran pareja y el movimiento urbano español estaba en pañales, mirando más hacia Europa y Estados Unidos que hacia América Latina. Sin embargo, la propuesta de ambos y la personal de Alizzz era la fusión de lo autóctono con la calle: rap, hip hop, un poco de afro-beat y música electrónica; y luego entró el dembow, ese ritmo contagioso que se repite incansablemente en las canciones de reggaetón y pop urbano.
El camino recorrido tiene también los nombres de estrellas como Becky G, Lola Índigo, Aitana y Paloma Mami.
Ahora Alizzz está listo para que el mundo escuche sus temas. Los que escribió en casa, con guitarra en mano y el corazón en carne viva. Ya ha sacado algunos sencillos, entre los que se destaca “Ya no siento nada”, un tema pandémico que dice que lo representa.
“Yo parezco muy tranquilo por fuera, pero por dentro siempre estoy en la búsqueda de llenar mi vacío interior”, dice. Esas canciones propias tienen el sonido de la música electrónica de sus inicios, pero con un sonido más maduro que sus dos discos anteriores, “Loud” de 2012 y “Ocean Drive” de 2019.
En Las Vegas, Alizzz es uno de los productores más cotizados. No solo por las nominaciones de “El Madrileño” o porque también está su nombre en el rubro de Productor del Año, sino porque él y C Tangana se han traído a la crema y nata del flamenco para participar en un popurrí de las canciones del disco.
Y es que, para él, “con la música hemos reforzado el vínculo entre los artistas y los públicos que hablamos español. Todo lo que venga a partir de ahí es un regalo”.
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