Como no es posible todavía meterte en una máquina del tiempo, es altamente probable que, si eres un fan de los Beatles, no hayas tenido nunca la oportunidad de ver en acción a la banda más famosa en la historia del rock, ni mucho menos de estar al lado de sus integrantes en el estudio mientras grababan el álbum “Let It Be” y preparaban lo que terminó siendo el último concierto de su historia, realizado en una azotea de Londres el 30 de enero de 1969.
Pero esa es justamente la sensación que busca generar el afamado director neozelandés Peter Jackson (“The Lord of the Rings”, “Heavenly Creatures”) con su nueva obra, “The Beatles: Get Back”, una monumental serie de tres episodios y más de seis horas de duración que debutará en Disney+ el próximo 25 de noviembre y que recurre a imágenes inéditas meticulosamente restauradas que fueron originalmente registradas durante el mismo mes del show final, cuando el célebre grupo se enfrentaba a uno de los momentos más duros (y concluyentes) de su carrera.
Todas las imágenes empleadas en esta serie fueron registradas por un equipo dirigido por el estadounidense Michael Lindsay-Hogg, quien usó solo una parte de lo que filmó en “Let It Be”, un documental de 80 minutos que no es posible conseguir hasta el momento de manera oficial; pero lo que se verá en la nueva producción de Jackson proviene de un archivo de 57 horas de material que estuvo guardado en un depósito a lo largo de 50 años, y la inmensa mayoría de los planos elegidos por el neozelandés son tomas alternativas que no aparecieron en el citado largometraje.
En la entrevista que nos ofreció desde su propio país, y que puedes leer a continuación, Jackson habló de las decisiones que tomó al editar el abundante material disponible, del impresionante proceso de restauración que efectuó, de sus propias teorías sobre el final de la irremplazable agrupación y de lo que espera lograr con este título.
Peter, la idea original era que esto fuera solo una película, pero terminó convirtiéndose en algo mucho más largo y ambicioso. Me imagino que haber tenido tanto tiempo para desarrollarlo debido a la pandemia tuvo que ver con la decisión.
Normalmente, cuando tienes más tiempo para trabajar en un proyecto de esta clase, este se va haciendo más corto, pero en este caso, fue al revés. Y es que me di cuenta de que todo lo que no usara se quedaría metido en una bodega por 50 años más, y como fan que soy, decidí que eran cosas que la audiencia tenía que ver. Todo lo que quedó es importante en el plano histórico y merece definitivamente ser visto.
Al elegir lo que iba a verse, ¿cómo hiciste para encontrar un balance adecuado entre tu propia calidad de fan y lo que puede ver un público general que estaría probablemente dispuesto a pasar dos horas en el cine viendo esto, pero que no reaccionará del mismo modo ante la idea de sentarse seis horas ante la nueva versión?
Bueno, van a ser más de seis horas; eran seis hace unos meses, pero ya no. Fue importante notar lo importante que era el contexto. En el trabajo de Michael Lindsay-Hogg, se muestra solo el final de una discusión muy importante entre Paul [McCartney] y George [Harrison], que termina con George diciendo: “Voy a tocar lo que me digas”.
En nuestra versión, la secuencia se extiende por nueve minutos, lo que te permite ver el modo en que se fue incrementando la tensión y lo que pasó después. Cuanto más largas son las cosas, más difícil resulta ocultar lo que está pasando; y lo que quería era lograr algo que fuera lo más honesto que se pudiera en relación al proceso entero que estamos mostrando.
Eso fue lo que me llevó a estructurar todo día por día, a lo largo de 22 días. Cada día en la serie dura entre 25 y 30 minutos, lo que se ve sumado por el concierto en la azotea, que dura 45 minutos. El resultado es como un compendio de cortometrajes, y traté de que cada uno fuera realmente representativo del día que se mostraba, lo que hace que, en términos narrativos, experimentes como espectador lo que estaba pasando en esos momentos con los Beatles, quienes tuvieron que alterar varias veces el plan inicial que tenían.
LONDRES (AP) — Paul McCartney ha vuelto a hablar sobre la separación de los Beatles, rechazando rotundamente la sugerencia de que él fue el responsable de la disolución del grupo.
Tu serie mostrará también el icónico momento en el que Harrison abandonó momentáneamente la banda en plena grabación, y que no figuraba en el documental de Lindsay-Hogg.
Tengo la impresión de que a Michael no se le permitió mostrar ese momento. Yo he sido fan de los Beatles por más de 40 años, y no sabía ni siquiera que existía material sobre el hecho -aunque sabía que sucedió, claro-. Esa es una muestra más de cómo han cambiado las cosas con el paso del tiempo. En mi caso, no hubo esa clase de restricciones.
Por ese lado, la lista de productores de la serie incluye a Yoko Ono, y ya sabemos que muchos la siguen acusando de haber causado la separación del grupo. En el material de adelanto que pude ver, ella aparece constantemente al lado de John. ¿Cuál es tu opinión sobre estas especulaciones eternas?
La separación de los Beatles sucedió después de enero de 1969, y no tiene nada que ver con lo que mostramos aquí. Pero he leído mucho sobre el tema, y sé que lo que pasó, pasó por disputas de negocios con [el manager] Allen Klein. La banda siempre tuvo la filosofía de que todos los integrantes tenían que estar de acuerdo en las decisiones que se tomaban para que las cosas funcionaran, y esta fue la primera vez en la que dos de ellos se pusieron contra uno. De ese modo, no creo que Yoko haya tenido nada que ver con la ruptura.
Apple decidió invitarte como director de este proyecto, y me imagino que fue no solo por el gran cineasta que eres, sino también porque tu anterior documental, “They Shall Not Grow Old”, realizó un trabajo de restauración fascinante con las imágenes de la Primera Guerra Mundial que empleó, haciendo que nos sintiéramos realmente parte de esas situaciones tan lejanas. En este caso, imagino que solo restauraste lo que terminaste usando en la serie.
No; restauramos las 57 horas, para que Apple pudiera disponer de todo el material. Es interesante enfrentarte a esto de la restauración; hay gente a la que no le gusta quitarle el grano al material fílmico, porque dicen que eso es lo que hace justamente que el cine sea cine. Pero este proyecto es como una máquina en el tiempo, una experiencia muy íntima; es como si te encontraras sentado en el estudio al lado de los Beatles, viéndolos trabajar.
Por lo tanto, yo no quería tener el grano de los 16 mm interrumpiendo todo eso y rompiendo la impresión que se buscaba de haber retrocedido en el tiempo. De hecho, me interesaba dar la sensación de que ni siquiera hubo cámaras presentes, para que la audiencia se metiera realmente en las imágenes.
Para terminar, ¿cuál es tu Beatle favorito? Yo pensé siempre que el mío era John Lennon, pero el adelanto que he visto demuestra claramente que, al menos en esta etapa, McCartney era quien había tomado el mando creativo y logístico.
No tengo un Beatle favorito. No creo que esto sea como un equipo de futbol; me gustan los Beatles, y los Beatles eran cuatro. Sacas a uno y tienes solo a tres personas. Paul tiene la reputación de haber sido el motor durante las sesiones de “Get Back”, y aunque eso es parcialmente cierto, la serie prueba que eso tuvo que ver con el hecho de que, después de la muerte de [el primer manager] Brian Epstein, ellos decidieron no reemplazarlo, lo que hizo que estuvieran sin una figura de autoridad al lado por más de dos años. Esas mismas condiciones provocaron que Paul tuviera que asumir el peso sobre sus hombros, y como podrán ver en la serie, él mismo se encontraba muy incómodo con el papel.
Otra cosa que sorprenderá a los espectadores es lo involucrado que estaba George, lo entusiasmado que se mostró en muchos momentos y todas las contribuciones que hizo a las canciones de Lennon/McCartney, más allá de lo de su renuncia temporal y del rol que debía tener supuestamente como guitarrista líder.
Además, hay un aspecto interesante que tiene que ver con John. Lo hemos visto como activista en los ’70, muy combativo y molesto, mientras que Paul, sobre todo después de que John fuera asesinado, ha insistido siempre en que era un tipo adorable. Sin embargo, yo no lo había visto nunca así; lo había visto siendo sarcástico, quizás burlón, pero no de ese modo. Y ahora, tenemos finalmente un trabajo en el que John se muestra adorable. Nunca lo has visto riendo tanto.
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