‘Al morir la matinée’ es la nueva sensación del terror uruguayo que se puede ver en EE.UU.
“Al morir la matinée”, que ha recibido por estos lares el nombre de “The Last Matinee”, es una coproducción uruguayo-argentina que se exhibió hace algunas semanas en salas selectas de los Estados Unidos y que se podrá ver On Demand a partir del 24 de agosto.
Se trata de una película que complacerá particularmente a los fans del ‘gore’ y del ‘giallo’, esa subdivisión del horror italiano que tuvo su apogeo durante los ’60 y los ’70, de la mano de directores tan emblemáticos como Dario Argento, Mario Bava y Lucio Fulci. En este caso, la cinta le rinde un tributo evidente a dicho legado, pero lo hace a través de una historia completamente en español que se desarrolla a inicios de los ’90 en la ciudad de Montevideo, más precisamente, dentro de un cine cuyos espectadores se ven asediados por un sanguinario asesino que recibe en los créditos finales el apelativo de “Come Ojos”.
“La idea surgió de la locación”, nos dijo a través de una sesión de Zoom el director y guionista Maxi Contenti, quien se formó como cineasta en Uruguay. “Filmé un comercial allí, hace años, y al mirar alrededor de esa sala -que es una de las más grandes de mi ciudad y a la que fui desde chico-, me di cuenta de que el lugar pedía a gritos una película de terror. Era como si estuviese poseída, como si fuera la mansión de ‘El Resplandor’”.
“Me pareció además que era más factible producir una película dentro de un espacio así, contenido, aunque la sala no resultó finalmente tan fácil de conseguir”, agregó. “Lo que siguió fue el concepto del ‘slasher’, y después de eso, lo de combinarlo con el ‘giallo’, porque son dos subgéneros emparentados. Pero todo se dio también porque mi referente principal era ‘Demons’ [1985], una película de Lamberto Bava que sucedía igualmente en un cine”.
Contenti asegura que se sintió atraído por “la poesía del ‘giallo’”, en el sentido de que, a pesar de su alto contenido de violencia, esta es una rama del séptimo arte que cuenta con un gran despliegue visual y expresivo en lo que se refiere a las escenas de muerte y los efectos empleados.
“Claro que, en esencia, ‘The Last Matinee’ es un ‘slasher’ con perfume de ‘giallo’, porque la historia no va por el lado de quién lo hizo o por el de los detectives, sino que presenta a un asesino cuyas motivaciones se mantienen en el misterio”, precisó. “Además, el ‘slasher’ te da la oportunidad de construir a grandes villanos, como es el caso de Michael Myers y Jason; yo quería tener a uno así que fuera local, y que es interpretado aquí por [el reconocido actor y director de culto] Ricardo Islas”.
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En medio de sus generosas cuotas de violencia y de su exhibición gráfica de momentos repulsivos, “The Last Matinee” es un filme que, sin dejar de lucir como una propuesta independiente, tiene un gran nivel de producción y una excelente fotografía, lo que lo coloca desde ya en la cada vez más ilustre lista de obras fílmicas del mismo género que han venido realizándose en esa región del planeta en los últimos años.
“Siempre ha habido esta clase de trabajos en la zona del Río de la Plata, y lo sé porque antes de esto yo hice varias películas ultra independientes”, retomó Contenti. “Pero es algo que ha venido desarrollándose, lo que ha dado por ejemplo como resultado lo que ha pasado con Fede Álvarez y Rodo Sayagués, a quienes conozco bien”.
“También está Gustavo Hernández, de ‘La Casa Muda’”, prosiguió. “Lo que pasa es que no había financiamiento, porque esos fondos se iban más hacia el cine ‘cultural’, serio, contemplativo y de festival. Pero ha empezado ya a llegar dinero para poder hacer estas cintas de manera mucho más profesional y competente”.
El director, que vive desde hace unos cuantos meses en las Islas Canarias, citó a cineastas gauchos como Daniel de la Vega, Demián Rugna y Pablo Paredes, quienes han creado obras que han trascendido las fronteras y que, en sus palabras, han hecho de algún modo que se hable de “una ola del terror en Argentina”.
“Pero todo esto se inició hace tiempo”, aseveró. “Lo que pasa es que ha mejorado la calidad. Y eso era sumamente importante en esta película, porque, más allá del género que maneja, quería dejar en claro el aspecto artístico y la buena factura, sin abandonar los localismos y las conexiones rioplatenses”.
“No se hizo ‘a la casera’, como lo solíamos hacer, aunque ha habido también grandes logros por ese lado, como ‘Ataque de Pánico!’, el corto de Fede que parece ‘Día de la Independencia’ en tres minutos y que le dio el ticket [a Hollywood]”, prosiguió. “El terror tiene mucho alcance internacional, pero hacerlo siempre de manera completamente independiente es agotador”.
Sea como sea, Contenti es un admirador imbatible del género que empezó a descubrir sus siniestros encantos cuando era niño y veía en la televisión un espacio llamado “Viernes 13”. “Mi madre no me dejaba alquilar ese tipo de películas, pero allí las pasaban, en señal abierta”, recordó. “Tenía 6 o 7 años, y después de verlas me pasaba la noche en medio de pesadillas terribles, pero terminé agarrando inmunidad y encontrándoles el gusto. Más adelante pude ver lo que hacían Sam Raimi y Peter Jackson, y entendí la parte catártica del asunto”.
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