Para los que se perdieron el concierto virtual ‘Ser o Parecer’ de RBD

Siempre han dicho que “no hay deuda que no se pague, ni plazo que no se cumpla” y la tarde del 26 de diciembre, RDB le cumplió a sus fans y de esta manera saldó la deuda que tenía con ellos de volver al escenario.

Aunque se trató de un concierto virtual donde faltaron los gritos de euforia y los aplausos de los miles de fans que compraron sus boletos para poder disfrutarlo desde la comodidad de sus casas en países como Estados Unidos, México, Colombia, Perú, Brasil, Panamá y muchos más, Anahí, Maite, Christopher y Christian lograron inspirarse a plenitud para ofrecer un espectáculo que removió sentimientos y puso ha soñar a los fans con la posibilidad de volverlos a ver en vivo aunque sea una vez más.

Por casi dos horas y vestidos elegantemente de negro en la mayoría de sus cambios de ropa, estos cuatro jóvenes mexicanos que han crecido con una generación que hoy tienen sus hijos, que quizás ya terminaron la Universidad y que tienen una vida adulta, lograron seguramente ponerlos a vibrar y en algunos casos a derramar algunas lágrimas con los sentidos mensajes que ofrecieron sus ídolos musicales.

“Ser o parecer”, fue realmente un sueño hecho realidad, no solamente para los cuatro integrantes presentes sino para las más de 90 personas que estuvieron detrás, como Guillermo Rosas, Lyda Bulla y muchos más que se entregaron para que este proyecto haya sido una realidad y con la calidad visual que se logró en pantalla.

Hay que recordar que de 2005 a 2006 RBD logró vender más de 15 de millones de discos y en esta oportunidad, en medio de una pandemia, la banda logró imponer un récord de ventas de boletos electrónicos y se colocó como el espectáculo hispano streaming más vendido.

Rodeados de efectos especiales en medio de un escenario totalmente negro, cada éxito musical contaba con su propia escenografía de iluminación gracias a Virtuous XRX, que unió fuerzas con 4POP LLC para utilizar la tecnología de Realidad Extendida y Realidad Mixta y lograr una complicidad del entorno real con objetos e imágenes digitales que lograron transportar a la audiencia a un viaje por escenografías realmente espectaculares.

En este concierto Anahí, Maite Perroni, Christian Chávez y Christopher Von Uckermann tuvieron la oportunidad de mostrar una vez más sus talentos individuales, pero también lograron complementar sus voces en temas como “Ser o Parecer”, que abrió el espectáculo y otros como “Solo quédate en silencio”, que seguramente no ocurrió, porque lo menos que debe haber hecho la audiencia fue quedarse en silencio, sino que desde sus casas los acompañaron en los coros a viva voz.

“Planeta tierra como están lo logramos”, fue lo primero que dijo la joven rubia del grupo, Anahí quien enamoró con sus ojos azules y su sonrisa a la audiencia que esperaba con ánsias que llegara la fecha de este reencuentro de tributo a RBD.

“Que bueno que estén con nosotros a través del tiempo y de la distancia. Hoy es un regalo de Navidad maravilloso para todos nosotros, para nuestros corazones”, dijo Anahí desde el centro del escenario.

“Que hermosa manera de cerrar este 2020 que tan mal nos ha tratado, un año difícil y lleno de retos, pero hoy sonreímos juntos, hoy llenamos nuestros corazones de esperanza, gracias a todos”, agregó Anahí, luciendo un vestido corto en tono negro y detalles brillantes que resaltaban con los juegos de luces.

“¿Están listos para vivir este viaje por nuestra historia musical?”, preguntó Maite antes de darle paso al éxito “Bésame sin miedo”.

RBD, que el 2006 batío récord de asistencia al llenar a capacidad el coliseo de Los Ángeles, no solamente puso a volar los recuerdos de esos grandes éxitos en las arenas más importantes de Latinoamérica hace una década y media, sino que en cada interpretación fueron demostrando que la idea de volver a hacer una gira conjunta solo ellos cuatro no sería una idea descabellada, sino todo lo contrario.

El dueto entre Anahí y Maite en el tema “Enséñame”, en medio de efectos de nubes de color violeta, mostró a la audiencia la sensualidad extrema de ambas, quienes han tenido destinos diferentes en sus vidas. Anahí, hoy en día es una feliz madre y esposa de un politico mexicano, dedicó su tiempo a sus prioridadades personales, mientras que Maite nunca dejó de estar bajo la luz del espectáculo a través de telenovelas, series, películas y también en la música como solista. Sin embargo, cuando ambas se pararon frente a frente para darle voz a ese tema pop con aderezos de reggae, dio la impresión de que nunca se hubieran ido de los escenarios musicales, parecía como si no hubiera pasado el tiempo, aunque también es cierto que hoy lucen una madurez muy favorable, tanto física, como espiritual. Las dos lucen bellas y más talentosas que nunca.

Christopher, en el piano, le dio voz al inolvidable tema “Inalcanzable” en medio de efectos de luces azules en un fondo negro. Y sentado frente a un piano de cola, mostró su madurez vocal que contrastaba con la voz tan juvenil de hace 15 años. Pero la verdad es que sonó muy bien el también actor en películas como “El hubiera sí existe” y “Cómo cortar a tu patán”.

Luego fue el turno en solitario para Christian con el tema “Esto es tu amor”, un sencillo mayormente interpretado en inglés con algunas frases en español. Christian, quien ofreció un mensaje sobre la tolerancia antes de realizar su interpretación, es otro de los del grupo que hizo una pausa en su carrera musical, aunque también marcó su regreso a la música en septiembre de este año con “Celos”, su primer sencillo desde 2012, como un “regalo a los fans” que le pidieron siempre nueva música.

Como era de esperarse, Maite también tuvo su momento en solitario, pero antes ofreció un mensaje de esperanza que sirvió de preámbulo para darle voz a “Empezar desde Cero”.

La protagonista de series como “El Juego de las Llaves” y “Oscuro deseo”, dijo que a veces nos sentimos “tristes, vulnerables, rotos, negativos y de pronto sentimos que no encontramos soluciones y encontramos quejas, a señalar y poner nuestra atención en un lugar de dolor, porque si bien existe, lo reflejamos de esa manera”, pero igualmente agregó que siempre tenemos la oportunidad de “empezar de cero”, como la canción que le dio la oportunidad de mostrar que sigue teniendo una voz privilegiada.

La reunión se volvió a sentir con el mega éxito “Aún hay algo”, donde cada uno le puso el toque de nostalgia a este himno al amor, pero sin duda se sintió la ausencia de la voz de Dulce María en esta interpretación.

Con la llegada del sencillo “Este corazón”, también hizo falta la voz nasal de Dulce, pero se marcó uno de los momentos más nostálgicos de la velada, que en medio de un ambiente lleno de efectos especiales de hojas multicolores cayendo sobre el escenario, no hay duda que puso a los fans a recordar a ese amor que deben haber perdido en la adolescencia.

Luego llegó “Un poco de tu amor”, la balada ritmica que los llevó a mostrar sus coreografías de aquellos tiempos y que hoy la recordaron a la perfección, aunque la sensualidad de Anahí fue mucho mayor que la que mostraba a sus fans hace 15 años.

Los músicos que los acompañaron, llevaban cubre bocas de color negro, que además de ser necesarios por la pandemia del COVID-19, combinaron a la perfección con los colores de la escenografía digital sobre fondos negros. Esa tendencia en los músicos es lo que hemos podido ver durante las presentaciones muiscales en las entregas de premios y quizás siga vigente por mucho tiempo en presentaciones como éstas.

“Tras de mi” siguió en la velada con la combinación de sus acopladas voces, hasta que llegó el homenaje a Poncho Herrera y Dulce María, los dos integrantes ausentes en este tributo a RBD.

El homenaje fue precedido por mensajes de fraternidad y como una manera de decirles a sus compañeros que, aunque no estuvieron presentes por asuntos muy personales, ellos “siempre serán RBD”, dijo Christian antes de interpretar el tema “No pares”, en señal a que sigan a gusto con la decisiones en sus vidas y sus carreras profesionales.

Con un fondo de videos de Tik Tok que los fans enviaron a RBD, la banda interpretó el tema “Siempre he estado aquí” y lo hizo en medio de imágenes espaciales y los visuales de cientos de fans. Más de uno debe haber gritado de emoción desde sus casas al verse reflejado en la pantalla del escenario junto a sus estrellas.

“Este Amor” fue el tema que, sin duda, puso a bailar a los seguidores que siguieron el concierto a través de sus enlaces, ya que ésta es nuestra nueva realidad. Y como dice el estribillo de este tema “Es así, así es y no hay nada que hacerle, es así como sucede” y seguramente seguiremos viendo presentaciones de este tipo por algún tiempo antes de que se pueda regresar a otra nueva normalidad.

Ya casi al final del recital, 8 violines y dos chelos acompañaron a Anahí para interpretar en solitario el mega éxito “Sálvame”.

“Este año nos ha roto en todos los sentidos y si estamos aquí es porque hemos podido seguir adelante”, dijo Anahí en el centro de escenario, esta vez vestida de blanco y shores negros.

“Y estoy segura que vamos a salir adelante para poder dejarles a nuestros niños, a todos los niños del mundo un planeta con esperanza, con libertad, con magia. Siempre, siempre como seres humanos tenemos que tener humildad para saber cuando no podemos solos. Necesitamos volver a creer en una fuerza mucho más grande que nosotros en el universo, en Dios, en el amor, esto es ‘Salvame’”, dijo con mucho sentimiento Anahí, quien luego llamó al escenario, con su voz entrecortada, a sus tres compañeros para finalizar su interpretación con el acompañamento de un coro y las cuerdas de los violines y chelos. Sencillamente emotivo.

El cierre se hizo entre sonidos de percusión y un soldado vestido de rojo y multiplicado por los efectos especiales tocando un tambor con sus inquietas baquetas. Y luego de un sonoro intro aparecieron en el escenario los jóvenes “rebeldes” para interpretar precisamente el éxito que desde siempre identifica su legado musical y que le abrió las puertas de importantes mercados del mundo,. Así sonó “Y soy Rebelde”.

Con este tema, Anahí, Maite, Chistopher y Christian se despidieron en un escenario sobre el cual se apreciaban fuegos artificiales, una enorme pantalla, y el escudo RBD que desde siempre se convirtió en su sello y simbolo en el mundo con los colores rojo y negro.

El concierto culminó con sus agradecimientos para luego continuar con un “after party” virtual para aquellos fans que tuvieron la posibilidad de pagar extra y así tener el derecho a disfrutar unos minutos más de la banda tras caer el telón.