OPINIÓN: ¿Por fin un merecido Museo Nacional Latino?

Después de casi 30 años de luchas, avances así como retrocesos, gestiones y cabildeos, además de superar trabas administrativas, por fin el pasado mes de diciembre de 2020, aunque transitó de manera desapercibida para muchos, el Congreso de Estados Unidos aprobó la ley para iniciar la creación del Museo del Latino Americano que será administrado por el Instituto Smithsonian.

El hecho es de una gran relevancia, con este museo se busca reconocer las indiscutibles contribuciones que los latinos han realizado a la historia, cultura y economía de Estados Unidos. De acuerdo con la legislación el museo se ubicará en la ciudad de Washington, D.C., y se espera ocupe un lugar en el mundialmente famoso parque central de D.C., mejor conocido como “Mall”, al lado de símbolos, monumentos y otros museos emblemáticos del país.

Sin embargo, a últimas fechas, y a pesar de haber sido aprobado por ley, todo parece indicar que el Museo Latino aún no tiene garantizado un espacio en el Mall, razón por la que a fines del mes pasado un grupo de 100 latinos destacados en distintos campos como las artes, la política, medios de comunicación, economía, entre otros, enviaron una carta al secretario del Instituto Smithsonian enfatizando la importancia de la ubicación del museo, y destacando el papel que los latinos han tenido en la historia de este país desde su fundación y que muchos desconocen justamente porque no se ha contado de manera adecuada.

A muchas personas nos resulta sorprendente que a pesar de que el primer proyecto de creación del museo surgió a principios de la década de los 90’s, además haya sido presentado como propuesta de ley en al menos 5 ocasiones (2003, 2009, 2011, 2013 y 2019) y de que incluso en 2008 se formara un Comité que evaluó como “viable” su instauración, todavía existan dudas acerca de su relevancia.

Solo como referencia, en el año 2004 abrió sus puertas el Museo del Indio Americano y en 2015, impulsado por la entonces primera Dama Michelle Obama, se apertura el Museo del Afroamericano, dos museos nacionales dedicados a minorías étnicas que sin duda tienen una carga histórica trascendental para la vida americana.

Justamente por eso surge la pregunta ¿Por qué hubo tanta resistencia para aprobar la legislación si los latinos conforman la primera minoría del país? Cabe recordar que numéricamente los latinos son la quinta parte de la población total de Estados Unidos (60.6 millones de un total de 325 millones de personas), porcentaje mayor al de los afroamericanos (12.5%; 40.6 millones de personas), asiáticos (6%; 19.4 millones de personas) o indio americanos (1.2%; 3.7 millones).

En todos los estados de la Unión Americana hay presencia latina, entre los más representativos están Nuevo México, California, Texas y Arizona, en donde el 40% de su población tiene raíces latinas; en Florida y Nevada son el 30%; mientras que en Colorado, Nueva York, Illinois y Nueva Jersey son la quinta parte del total de habitantes.

En muchos casos los latinos no llegaron a Estados Unidos, sino que el país llegó a ellos, puesto que la línea divisoria de los estados fronterizos entre México y EE.UU fue movida y los colocó del “otro lado”.

En el año 2015 los latinos generaban el 11.8% del producto interno bruto del país, es decir, que de todos los bienes y servicios que se elaboraron en EE.UU, los latinos contribuyeron con poco más de la décima parte, y para 2020 se estima que generaron el 12.7%. Este dato es muy importante porque significa que los latinos aportan cada vez más a la producción de riqueza y al crecimiento económico del país.

Algunos estudios destacan que si la riqueza que genera la población latina que vive en Estados Unidos fuera comparada con la que producen naciones enteras, los latinos serían el octavo país en importancia a nivel mundial.

Así que la creación de un Museo del Latino Americano, es un buen comienzo para reconocer a esta comunidad que diariamente se levanta para trabajar, producir y crear, y del que hemos destacado las aportaciones económicas, por ser más medibles, pero cuya riqueza cultural también ha engrandecido a este país.

Esperemos que pronto se defina el lugar idóneo para su localización y que se encuentre a la altura de lo que los latinos han hecho y siguen haciendo por Estados Unidos. Si todo sale bien, en el año 2032 estará siendo inaugurado, tal vez muchos miembros de esta comunidad ya no lo verán, pero justamente servirá para que las nuevas generaciones de americanos, y en general los visitantes de todo el mundo, conozcan acerca de los orígenes e historia latina, para quedar en la memoria del país.

*Arcelia Serrano Vargas es economista, con estudios de posgrado en Desarrollo Regional. Actualmente es investigadora y analista en Mexa Institute.