Por qué el sector de servicios es clave para la recuperación económica - Los Angeles Times
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Por qué el sector de servicios es clave para la recuperación económica

A restaurant worker completes a takeout order for a customer at a taco stand in Hermosa Beach.
Un trabajador de un restaurante prepara el pedido de comida para llevar de un cliente, en un puesto de tacos en Redondo Beach Boulevard, Hermosa Beach. La recuperación económica del país luego del coronavirus puede depender de un auge del empleo en el vasto sector de servicios.
(Luis Sinco / Los Angeles Times)

Las previsiones económicas más alcistas de Wall Street dependen de una simple predicción: Todo el mundo volverá pronto a sus gimnasios, bares y estudios de yoga locales como si la pandemia fuera cosa del pasado.

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Las previsiones económicas más optimistas de Wall Street se basan en una simple predicción: todo el mundo volverá pronto a sus gimnasios, bares y estudios de yoga locales, como si la pandemia hubiera pasado.

Un auge de empleos en el vasto sector de servicios de EE.UU -el empleador más grande del país, incluidos los desarrolladores de software y los restaurantes-, es una parte clave en los audaces llamamientos al crecimiento de este año.

La idea es que las vacunas y la creciente inmunidad desencadenarán la demanda reprimida, lo cual provocará una oleada de contrataciones que hará disminuir drásticamente la falta de trabajo. La Reserva Federal prevé que la tasa de desempleo caerá al 5% para fines de 2021, y algunos en el sector privado, incluidos Goldman Sachs Group Inc. y Deutsche Bank, tienen proyecciones en el rango del 4%.

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El Departamento de Trabajo ofrece una nueva perspectiva sobre el sector de servicios en el informe de empleo de febrero, emitido el viernes pasado. Se espera que la tasa de desempleo aumente hasta el 6.4% -desde el 6.3%-, según una encuesta de Bloomberg.

Los débiles números en diciembre y enero, que coincidieron con una escalada de casos en el país, se concentraron en sectores como el ocio, la hospitalidad y el comercio minorista. El sector de servicios, que emplea a 122 millones de personas, tiene casi nueve millones menos de trabajadores que cuando empezó la pandemia, a principios del año pasado.

El presidente de la Fed, Jerome H. Powell, afirmó al Comité de Servicios Financieros de la Cámara, la semana pasada, que estaba preocupado por las interrupciones permanentes del empleo en el sector de servicios. “Lo que vamos a encontrar, con base en alguna de las encuestas, es que no todos esos puestos volverán, porque la gente comenzó a implementar la automatización”, señaló. “A muchas de esas personas les puede resultar difícil recuperar el empleo, y creo que van a necesitar más apoyo”.

Consumidor cauteloso

La tecnología que ahorra mano de obra introducida durante la pandemia es solo una de las razones por las que los pronósticos optimistas están plagados de incertidumbre.

Nadie sabe cuánto tiempo se mantendrá el comportamiento cauteloso de los consumidores, incluso después de una vacunación generalizada, o cuántas pequeñas empresas han fracasado o acaban de descubrir que pueden satisfacer la demanda con menos empleados.

“No podemos decir con base en los datos en este momento qué tan rápido van a volver las cosas a su lugar” en los servicios, destacó Ernie Tedeschi, economista de políticas de Evercore ISI, en Washington. “Pero hay razones para ser optimistas”.

El especialista destacó el potencial de recuperación a medida que mejora la distribución de vacunas, especialmente en sectores como la hospitalidad y el comercio minorista. Pero también le preocupa que Estados Unidos no tenga real dimensión sobre el cierre de pequeñas empresas. Los economistas tampoco comprenden qué tan rápido las mujeres que dejaron de trabajar para cuidar a sus hijos volverán a la fuerza laboral, o a qué velocidad contratarán los negocios que redujeron su fuerza laboral. “Hay fricciones y cuellos de botella al convertir la demanda en oferta”, explicó Tedeschi. “Abrir un nuevo restaurante para reemplazar uno que ha cerrado de forma permanente no es cuestión de encender un interruptor. Se necesita capital, relaciones financieras y todo eso lleva incluso más tiempo”.

Desafíos por delante

Dan Price, director ejecutivo de Gravity Payments, una empresa de Seattle que atiende a 20.000 clientes, incluidas muchas pequeñas compañías, está preocupado. “Hemos tenido un aumento del 50% en el porcentaje de negocios que cierran sus puertas definitivamente”, indicó. “Ha sido algo difícil de ver”.

Muchos de los clientes de Price, que utilizan Gravity para el procesamiento de tarjetas, pasaron años trabajando para la solidez de sus negocios. Si comienzan de nuevo, llevará tiempo la reconstrucción. Aquellos que todavía están activos tienen dificultades para hacer planes de contratación porque la pandemia se ha prolongado mucho.

Dos ejemplos de diferentes industrias muestran cómo algunos prosperaron, mientras otros intentan sobrevivir.

Estudio de casos

Nicholas Chiaramonti es vicepresidente ejecutivo a cargo de las operaciones profesionales y minoristas en Rosin Optical Co., una empresa de atención oftalmológica integrada con médicos y ópticos que atienden a más de 100.000 pacientes en más de 60 puntos de venta de tres estados. Rosin fue fundada en otros tiempos difíciles: 1930.

La empresa redujo su personal por primera vez en la carrera de Chiaramonti en unos 80 profesionales, aunque algunas fueron jubilaciones voluntarias. Ahora, es optimista sobre la recuperación. Trabajar y estudiar desde casa ha sido difícil para los ojos de padres e hijos, lo cual creó una fuerte actividad para Rosin. “La demanda de los pacientes fue inmediata” cuando se levantaron las restricciones, en abril pasado, relató Chiaramonti. “Nuestros turnos están siempre llenos”.

Aún así, la respuesta de la empresa al aumento de las tasas de vacunas y al retorno de la demanda es sorprendente: no planea volver a contratar pronto.

La experiencia de Matt Brennan en Milwaukee, Wisconsin, es diferente. J.M. Brennan, una empresa contratista comercial, fue fundada por su abuelo en 1932. Cuando la pandemia comenzó a azotar en el país, el año pasado, J.M. Brennan despidió a 100 trabajadores, los primeros recortes de personal a gran escala en la historia del negocio. El trabajo de Brennan en el espacio de oficinas comerciales, que abarca tanto bienes como servicios, está suspendido. Su contrato para realizar una obra en el hospital se retrasó debido a que las instalaciones de atención médica se centran en atender a los pacientes durante la pandemia.

Como muchas otras industrias, está tratando de cambiar para captar más negocios en áreas en las que la economía va bien, como los servicios de alimentos, pero es todo un desafío. “Hay tanta incertidumbre”, reflexionó Brennan, quien predice que la recuperación del mercado laboral será más lenta de lo esperado. “Esto no va a ser como accionar un interruptor, derrotar al virus y listo”.

En tanto, la reactivación del gasto y la contratación del sector de servicios “es absolutamente esencial para que el crecimiento del PIB vuelva a un ritmo normal”, remarcó la economista sénior estadounidense de Bloomberg Yelena Shulyatyeva, quien pronostica un desempleo del 5.7% para fin de año. La parte más débil del argumento de respuesta rápida, señaló, es la presunción de que la gente olvida rápidamente los riesgos para la salud. “Habrá algunos focos de crecimiento, pero no creo que regresemos a las pautas de comportamiento anteriores a esta crisis”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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