Limpió hogares y tuvo un negocio de impuesto, pero su sueño era ser doctora. 22 años después logró graduarse - Los Angeles Times
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Limpió hogares y tuvo un negocio de impuesto, pero su sueño era ser doctora. 22 años después logró graduarse

Axana finalmente se convierte en lo que buscaba desde hace mucho tiempo desde que salio de natal Colombia.
Axana finalmente se convierte en lo que buscaba desde hace mucho tiempo desde que salio de natal Colombia.
(Selene Rivera)
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Axana Rodríguez-Torres era una de las alumnas de más edad en sus clases. Al igual, ella fue una de las personas con más edad en su ceremonia de graduación, pero la edad no fue un impedimento para llegar a hacer realidad un sueño de 22 años.

“Aún no lo puedo creer que me he graduado. Siempre ha sido mi sueño ayudar a la comunidad y ahora voy a poder hacerlo”, dijo Rodríguez-Torres, de 38 años.

La colombiana logró recientemente obtener un título de médico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Irvine en California (UCI).

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Este verano la nueva doctora se dirigirá a Boston para realizar su residencia en medicina interna en el prestigioso Hospital General de Massachusetts.

Rodríguez-Torres había completado un año de la escuela de medicina en Colombia antes de obtener asilo político en Estados Unidos. Sin embargo, al momento que su padre y madre tuvieron que salir de su país, la joven de entonces 17 años tuvo que seguir a sus padres dejando sus estudios atrás.

“Tuvimos que salirnos sin planear, y de una forma estrepitosa porque mi padre desde años había tenido problemas de índole política”, dijo rodríguez-Torres.

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Sin dar detalles de los problemas en los que su padre estaba involucrado, Rodríguez-Torres afirmó que su padre tenía amenazas de asesinato y estas se habían extendido a su familia.

Al llegar al oeste de Sacramento la joven pensaba que podría revalidad sus materias, pero no fue así.

“Estaba devastada al saber que mis créditos educativos de la Universidad Nacional de Colombia no se transferirían”, dijo Rodríguez-Torres.

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“Como todo inmigrante tuve que dejar atrás los estudios por un rato y ayudar a mi familia trabajando, aprendiendo inglés y poco tiempo después emprendiendo mi propio negocio de impuestos para las personas con ingles limitado”, dijo.

La joven se registró en la escuela de adultos para aprender ingles y al mismo tiempo empezó a trabajar en la limpieza de hogares y oficinas junto con su madre. Al mismo tiempo, el padre de la joven trabajaba en la construcción de techos.

“Recuero a mi padre ir a su trabajo en bicicleta a trabajar y cargar un galón de agua hecha hielo, que llegaba a la casa vacío diariamente”, dijo

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Estos sacrificios de sus padres impulsaron a la joven a trabajar en oficina de inmigraciones llenando formularios. Al año después empezó a dar consultoría de inmigración para luego saltar a preparar impuestos a los 19 años, un negocio propio en el que se mantuvo en pie durante ocho años.

“Sabía que tenía responsabilidad de tipo económico con mis padres y con mis abuelos, pues viví con ellos los primeros 10 años de mi vida”, dijo Rodríguez-Torres.

“Mis abuelos fueron una inspiración para querer especializarme en geriatría y cuidados paliativos, pero mi mudanza había hecho esto imposible… un sueño lejano”, dijo.

No fue hasta el año 2000 en que la joven regreso a Colombia a la escuela de medicina para completar sus estudios. Luego de otros tres años de estudiar, tuvo la noticia de que tenia que regresar a Estados Unidos o perdería su residencia permanente.

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“Yo no sabía que eso podría suceder. La oficina de inmigración me dijo que salía mucho rumbo a mi país, y no tenía caso de tener el asilo. Entonces para no perder la residencia tuve que regresar a Estados Unidos y empezar de nuevo”, señaló.

Al querer validar los últimos tres años de estudio en Colombia en Estados Unidos, esto le fue imposible a la inmigrante, por lo que tuvo que entrar al colegio comunitario para volver a retomar sus estudios desde cero.

“Fue una etapa muy difícil tratar de digerir el proceso educativo, sabiendo que tenía la mitad de mi carrera en terminada en Colombia”, dijo Rodríguez-Torres.

No obstante, el hambre por hacer su sueño realidad, la motivó a tomar hasta 30 unidades por semestre en dos colegios comunitarios American River College y Sacramento College para obtener sus requisitos generales para ingresar a la universidad.

“Decidí adentrarme a estudiar de lleno para combatir la tristeza, y en el camino me encontré con oportunidades de poder ayudar a la comunidad como voluntaria en actividades como ferias”, dijo Rodríguez-Torres.

Después de dos años, la estudiante se transfirió a Sacramento State University y luego UC Davis en el 2012, de donde se graduaría en el 2014 en neurobiología y psicología, así como una maestría en salud pública.

Otros cinco años más transcurrirían en programa en educación médica para la comunidad latina y la investigación en las disparidades de este sector entre el 2017 y el 2019.

Rodríguez-Torres eligió la Facultad de Medicina de la UCI, donde vio el potencial para generar el mayor impacto en las comunidades vulnerables a través de su Programa especializado en Educación Médica para Comunidades Latinas (PRIME-LC).

“En UC Irvine regrese hace dos años. Lo que mantuvo en pie fue darme cuenta de disfrutar del camino y no solo del destino, así como poder trabajar al lado de personas con visiones parecidas a las mías y el apoyo que tuve de mis amistades, de mis mentores y de mi familia” dijo.

Como médica bilingüe en formación, se ofreció como voluntaria para tratar a pacientes con COVID-19 durante el aumento invernal, la mayoría de los cuales solo hablaban español.

Estar al frente de la pandemia de coronavirus solidifico su sueño de convertirse en médico y defensora de las comunidades vulnerables.

“Como estudiante de medicina durante la pandemia de COVID-19, enfrentamos riesgos de frente muchas veces, pero estos desafíos me recordaron que la comunidad latina me necesitaba más que nunca”, dice dijo Rodríguez-Torres.

La inmigrante ha sido reconocida por la Facultad de Medicina de la UCI con varios premios por su fuerte participación comunitaria y por brindar atención compasiva a los pacientes.

“Ha sido un viaje largo y arduo llegar a este punto y quiero ser más que solo un médico: quiero ser un defensor, un mentor y usar mi historia para dar esperanza a los demás y elevar las voces de los inauditos”, dijo Rodríguez-Torres.

Ahora, con varios certificados en mano, Rodríguez-Torres, se dirige a hacer su especialización en medicina interna en cuidado primario en el Hospital General de Boston Massachussets.

“La edad no debe ser nunca un impedimento para llegar donde quieres. Estoy orgullosa de ser inmigrante y haber logrado mis metas a pesar de tantos obstáculos”, dijo.

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