Bajan los casos y las hospitalizaciones por coronavirus en el condado de L.A., pero los funcionarios insisten en no bajar la guardia
Los datos refuerzan la evidencia de que la región está saliendo de una oleada que comenzó a finales de octubre y que estuvo a punto de desbordar los hospitales de la zona.
Los funcionarios de salud pública del condado de Los Ángeles informaron el domingo 5.925 nuevos casos de coronavirus y 124 muertes relacionadas, una señal más de que el brote podría estar estabilizándose. La noticia llega justo cuando el estado comenzó a flexibilizar las restricciones destinadas a frenar la propagación de la pandemia.
El número de casos tiende a ser menor los fines de semana porque no todos los laboratorios informan los resultados. Aún así, los datos refuerzan la evidencia de que la región está emergiendo, después de un aumento violento que comenzó a fines de octubre y estuvo a punto de abrumar los hospitales del área.
Las hospitalizaciones también siguen disminuyendo desde que alcanzaron su punto máximo, a principios de este mes. Había 5.398 pacientes de COVID-19 en los sanatorios del condado de Los Ángeles hasta el pasado sábado, una reducción de aproximadamente el 26% con respecto a las dos semanas anteriores, cuando se registraron 7.322 pacientes.
“Aunque algunas limitaciones ya se levantaron en nuestro condado, seguimos en un período muy peligroso en términos de casos, hospitalizaciones y decesos”, expresó Bárbara Ferrer, directora de salud pública del condado, en un comunicado. “Todos queremos que nuestros negocios permanezcan abiertos, y que otros más reabran sus puertas de manera segura en el futuro. Nuestras tasas de casos deben seguir bajando”.
Los signos aparentes de progreso coinciden con la reapertura de algunos negocios que habían sido cerrados por la pandemia.
La capacidad de California para realizar varias tareas se está poniendo a prueba, ya que los funcionarios de salud se esfuerzan por encontrar personal para los centros de vacunación y, al mismo tiempo, mantener las pruebas y el rastreo de contactos.
El lunes, los funcionarios de California levantaron las órdenes regionales de aislamiento en el hogar en todo el estado, y devolvieron a los condados la posibilidad de manejarse con el sistema codificado por colores, que asigna niveles de riesgo locales según el número de casos y las tasas de resultados positivos de las pruebas de coronavirus.
La mayoría de las áreas, incluido el sur de California, siguen clasificadas bajo el nivel de riesgo violeta, o “generalizado”, que permite que los salones de belleza ofrezcan servicios limitados en el interior, pero restringe muchas otras operaciones comerciales no esenciales. Como parte del cambio, los restaurantes también pudieron reiniciar su servicio de comidas al aire libre.
Pero Ferrer instó a la gente a seguir usando mascarilla, practicar el distanciamiento social y evitar reunirse con personas con quienes no se conviva. “El hecho de que algunos sectores hayan reabierto no significa que el riesgo de transmisión comunitaria haya desaparecido; no es así, y cada uno debemos tomar decisiones muy cuidadosas sobre lo que hacemos y cómo lo hacemos”, destacó la directora de salud pública.
Las nuevas cifras elevan el total del condado a 1.116,892 casos de coronavirus y 16.770 muertes, según el contador de The Times.
Las peligrosas nuevas cepas de coronavirus podrían incubar en los pacientes más enfermos de COVID-19
Los pacientes con COVID-19 que tardan meses en superar sus infecciones por coronavirus a pesar del tratamiento pueden convertirse en incubadoras de nuevas y peligrosas cepas.
Ferrer también advirtió que los funcionarios sanitarios confirmaron un segundo caso en el condado de Los Ángeles de la variante de Reino Unido, que se propaga más fácilmente. Una nueva investigación refuerza el caso de que las vacunas contra el COVID-19 que se administran en Estados Unidos y en otros lugares deberían proteger contra dicha cepa.
Aún así, Ferrer instó al público a permanecer alerta con los cuidados mientras avanza la vacunación de la población. Entre quienes son actualmente elegibles para la inmunización se incluyen los trabajadores de atención médica de primera línea, los residentes y el personal de centros de cuidados a largo plazo, y los habitantes del condado mayores de 65 años.
“Este virus es fuerte; ahora nos preocupan las variantes y lo que significarán en nuestra región”, añadió la funcionaria. La presencia de la cepa de Reino Unido en el condado de L.A. “significa que la transmisión puede ocurrir más fácilmente. Los residentes y las empresas deben implementar y seguir con más diligencia todas las acciones de protección personal y medidas de seguridad conocidas”.
El condado de Orange reportó 1.355 nuevos casos del virus y 44 decesos el domingo. Sus hospitalizaciones también siguen cayendo; se registraron 1.412 pacientes, una disminución de casi el 28% con respecto de la quincena anterior.
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