La mayoría de las escuelas de California no podrán abrir por el coronavirus
SACRAMENTO — La mayoría de los campus de las escuelas públicas y privadas de California no reabrirán cuando comience el año académico según las reglas estatales anunciadas hoy viernes por el gobernador Gavin Newsom, por lo que tendrán que enfocarse en el aprendizaje a distancia a tiempo completo, en respuesta al aumento de casos de coronavirus durante el verano.
Las escuelas permanecerán cerradas en 32 condados de la lista de monitoreo COVID-19 del estado. Las condiciones de salud pública en esas comunidades llevaron a los funcionarios del estado la semana pasada a exigir el cierre de una variedad de instalaciones, incluyendo gimnasios, centros comerciales, salones de belleza y de uñas y lugares de culto. Los condados son el hogar de 35.5 millones de californianos.
En las escuelas que puedan abrir, los funcionarios estatales exigirán que todo el personal y los estudiantes de los grados 3 a 12 usen mascarillas. Se alentará a los alumnos más jóvenes a usar cubiertas faciales y los funcionarios escolares dijeron que podrán pedirles a los estudiantes que no estén dispuestos o que no puedan cumplir con esas reglas, que utilicen la opción de educación a distancia.
“Todos preferimos las instrucciones en el salón de clases por un sinfín de razones obvias - sociales y emocionales. Pero sólo, si se puede hacer de forma segura”, dijo Newsom.
Las nuevas directivas representan el esfuerzo de mayor alcance del gobierno estatal para dirigir las operaciones de más de 10.500 escuelas en todo California durante la pandemia.
El lunes, los líderes del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles y del Distrito Escolar Unificado de San Diego anunciaron la educación a distancia para todos los estudiantes que regresen el próximo año. Otros grandes distritos del sur de California, del Área de la Bahía de San Francisco y Sacramento también acordaron voluntariamente renunciar a las clases en persona en el aula debido a las actuales condiciones de salud.
Aunque el efecto práctico del nuevo mandato de la administración de Newsom es simple, algunos de los detalles de la política son complejos. Las escuelas de los condados que están siendo monitoreados por la propagación del coronavirus no podrán reabrir hasta que esos condados vean al menos 14 días consecutivos de disminución de casos de coronavirus y por lo tanto sean removidos de la lista de vigilancia del estado.
El umbral para cerrar escuelas adicionales depende de las pruebas de COVID-19. Si un profesor o un estudiante en un aula da positivo, el estado sugerirá que la clase sea enviada a casa para la autocuarentena. Si se cierran varias aulas, el estado instruirá a los funcionarios escolares para que trabajen con las agencias locales de salud pública y consideren el cierre del campus. Se pedirá a los distritos escolares que cierren todos los campus si el 25% de sus localidades tienen suficientes casos de coronavirus como para requerir un cierre.
Newsom señaló que las escuelas a las que se les permite abrir deben, además de requerir mascarillas, mantener seis pies de distancia física entre los estudiantes y los adultos, así como otras precauciones de salud.
“Creemos que el día escolar debe comenzar con controles de síntomas, es decir, controles de temperatura”, manifestó el gobernador.
Algunos dirigentes del sector de la educación que fueron informados sobre la propuesta cuestionaron si es realista imponer normas que dependan de las pruebas cuando muchas comunidades ya se enfrentan a una escasez de equipos para las mismas. Las nuevas directrices también piden que se realicen exámenes periódicos de COVID-19 en las escuelas, aunque las reglas son flexibles dados los límites de la capacidad de pruebas en todo el estado.
La decisión de Newsom de imponer una norma estatal estricta llega cuatro días después de que sugiriera que el estado ya había proporcionado una amplia orientación a las escuelas, una postura que incluso algunos de sus antiguos aliados sugirieron que pondría a los estudiantes, profesores y empleados de las escuelas en peligro, mientras que dejaría a los padres y a las familias sin saber qué sucedería y cuándo.
La semana pasada, la poderosa Asociación de Maestros de California escribió a Newsom para decir que muchas escuelas no podrían reabrir con seguridad en las condiciones actuales, incluyendo la falta de pruebas de coronavirus y equipo de protección personal.
Las comunidades de bajos ingresos, muchas de las cuales están compuestas de manera desproporcionada por estudiantes negros y latinos, se enfrentan a grandes desafíos con el aprendizaje a distancia que los funcionarios de educación estatales y locales deben abordar, dijeron los defensores de la comunidad.
“Las cosas son más difíciles de lo que fueron el 16 de marzo para nuestras comunidades... con el impacto económico continuo de la pandemia y el aumento de la propagación”, dijo María Brenes, directora ejecutiva de la organización comunitaria sin fines de lucro del Este de L.A. InnerCity Struggle y madre de familia de L.A. Unified.
“Estamos hablando de lo esencial, de los trabajadores de primera línea que mantienen nuestra economía en marcha y estos son sus hijos y estamos cometiendo una injusticia tan grave con ellos”, manifestó, señalando que todavía hay estudiantes sin acceso a dispositivos, servicio de Internet fiable o un espacio tranquilo para estudiar.
Los estudiantes con discapacidades también se enfrentan a los desafíos de la educación a distancia, destacó Elmer Roldán, director ejecutivo de la organización sin fines de lucro Communities in Schools of Los Angeles, que proporciona apoyo y gestión de casos a unas 1.000 familias de Los Ángeles. Las escuelas deben comprometerse a proporcionar servicios para alumnos con necesidades especiales a través de la educación a distancia y tienen que abordar las carencias existentes de las familias que se encuentran en desventaja, como las que tienen padres que hablan un idioma diferente.
“¿Qué hacemos para abordar los problemas de conectividad? Y además, ¿qué sucede cuando un estudiante requiere el apoyo que un padre no puede proporcionar porque necesita ir a trabajar o el padre puede ser incapaz de comprender las lecciones que los estudiantes están aprendiendo?”, expuso Roldan.
El estado también actualizó el viernes sus directrices para las guarderías, que podrán permanecer abiertas, pero deberán investigar si los factores relacionados con el trabajo pueden contribuir a algún brote e implementar medidas preventivas en consecuencia. La guía del viernes requiere que las guarderías ofrezcan indicaciones al personal y a las familias sobre la higiene personal y el “uso adecuado de las mascarillas”.
Las normas son similares a la orientación anterior del 5 de junio, que exigía que el personal y los niños de 2 años en adelante se cubrieran la cara y que se les realizaran exámenes médicos antes de que entraran en un centro.
Sigue sin estar claro si los distritos escolares pueden cubrir totalmente los costos de la enseñanza a distancia ampliada, gran parte de la cual se relaciona con la tecnología necesaria para los estudiantes con acceso limitado o nulo a las computadoras y al servicio de banda ancha.
El presupuesto estatal firmado el mes pasado por Newsom, compromete 5.300 millones de dólares para las necesidades escolares relacionadas con la pandemia, la mayor parte de los cuales provienen del paquete de ayuda federal promulgado en la primavera. Más de la mitad del dinero se asignará a las escuelas en función del número de niños que están aprendiendo inglés o que provienen de familias de bajos ingresos.
Aún así, las escuelas K-12 encontrarán sus recursos muy limitados en el próximo año. El presupuesto estatal distribuye el pago de unos 13.000 millones de dólares en obligaciones de financiación de las escuelas, que se cubrirán a corto plazo con las reservas de efectivo locales o con el dinero prestado a los distritos escolares.
Los distritos también se han preocupado por el lenguaje incorporado en el presupuesto final que parece requerir cierto nivel de escolarización presencial, aunque los legisladores insistieron más tarde en que eso no impediría que los requisitos de salud pública cerraran completamente los campus.
Antes del anuncio del viernes, el nuevo año escolar parecía comenzar de la misma manera que el anterior, con los funcionarios locales tomando sus propias decisiones, en sus propios horarios, sobre cómo responder a la crisis del coronavirus. A pesar de los llamados a la acción estatal, Newsom y los funcionarios de educación estatales evitaron una política general que dictara cuándo cerrar las escuelas, ya que el virus se propagó por todo el estado a principios de la primavera.
El gobernador, que tiene cuatro hijos pequeños, optó en cambio por abordar el tema como padre, diciendo a los periodistas a mediados de marzo que le dijo a su hija que las escuelas probablemente no volverían a abrir en ese momento - enmarcando el comentario como una revisión de la realidad, no como una directiva de su oficina.
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