Estos son los que califican para la licencia pagada por enfermedad del coronavirus bajo la nueva ley federal
La ley de alivio de emergencia por coronavirus del gobierno federal incluye beneficios de licencia por enfermedad pagados a los empleados estadounidenses en pequeñas y medianas empresas que tienen que tomarse un tiempo libre debido a la propagación del virus.
Pero la ley firmada por el presidente Trump la semana pasada incluye excepciones que algunos analistas dijeron que podrían excluir a casi 20 millones de trabajadores del sector privado, incluida una exención para las pequeñas empresas que está causando confusión sobre cómo se implementará.
Los demócratas del Congreso han introducido una legislación adicional para cerrar esas brechas y poner a disposición de todos los trabajadores estadounidenses la licencia pagada por enfermedad.
California ya tiene una ley que brinda a los empleados a tiempo completo y parcial al menos tres días de licencia por enfermedad remunerada cada año. Los trabajadores en Los Ángeles son elegibles para el doble: al menos seis días de enfermedad pagados anualmente.
La nueva ley federal, que marca la primera vez que la licencia pagada por enfermedad se ha exigido en todo el país, ampliaría eso para los trabajadores elegibles, y se produjo en respuesta a la desaceleración repentina y dramática en la actividad económica de Estados Unidos causada por la pandemia del coronavirus.
Las empresas grandes y pequeñas están cerrando o reduciendo sus horas de funcionamiento, y un número creciente de trabajadores están siendo despedidos. Eso ha llevado a un aumento vertiginoso de las solicitudes de beneficios de desempleo, y muchos de los que aún están empleados obtienen menos horas de trabajo.
Según la nueva ley, los empleados calificados incluyen a aquellos que tienen COVID-19, la enfermedad causada por el virus; a los que están en cuarentena; los que cuidan a un miembro de la familia afectado por el virus, es decir, un pariente que tiene COVID-19, a los que se encuentran sujetos a cuarentena del gobierno o un médico les ha aconsejado que se ponga en cuarentena; a quienes cuidan a niños cuyas escuelas o guarderías han cerrado. A las empresas que paguen la licencia por enfermedad se les reembolsarán con créditos fiscales federales.
Los trabajadores a tiempo completo obtendrían hasta dos semanas de licencia pagada, y los empleados a tiempo parcial obtendrían un período de licencia igual a la cantidad de horas que trabajan en promedio durante un período de dos semanas.
Los pagos se limitarían a $511 por día para aquellos que están enfermos con el virus o que buscan atención, y $200 por día para aquellos que cuidan a un familiar o niños enfermos.
La ley dice que el beneficio no depende de que el empleador encuentre un trabajador de reemplazo, y las empresas deben publicar los requisitos de la ley “en lugares visibles” donde laboran sus empleados.
Sin embargo, la nueva ley excluye a las compañías que emplean a más de 500 personas, muchas de las cuales tienen sus propios planes de baja por enfermedad. También le otorga al Departamento de Trabajo la autoridad para eximir a las empresas que emplean trabajadores de la salud y personal de emergencias si esas compañías desean optar por no pagar la licencia por enfermedad.
El proyecto de ley también otorga al Departamento de Trabajo la autoridad para permitir que las pequeñas empresas con menos de 50 trabajadores opten por no participar si los pagos de licencia por enfermedad “pondrían en peligro la viabilidad del negocio como una empresa en marcha”, en otras palabras, si la empresa teme que pagar ese beneficio ayudaría a cerrar su negocio.
Esa exención “es un gran vacío legal” en la nueva ley, señaló Elise Gould, economista principal del Instituto de Política Económica, un grupo de expertos laborales. “No hay ninguna razón por la que debería ser tan oneroso para una pequeña empresa asumir esto, porque van a recuperar eso en créditos fiscales”.
Ella expuso que los datos federales muestran que el 27% de los trabajadores del sector privado de EE.UU están empleados en compañías con 50 trabajadores o menos, y que el 36% de esos empleados no tienen acceso a licencia por enfermedad remunerada.
El resultado es que 12.8 millones de empleados en pequeñas empresas están en peligro de no recibir licencia por enfermedad incluso con la nueva ley, señaló Gould, y agregó que entre 6 y 7 millones de trabajadores adicionales empleados en compañías con más de 500 asalariados tampoco serían elegibles.
Lo que es confuso es si las pequeñas empresas que desean una exención deben obtener una del Departamento de Trabajo antes de que se nieguen a pagar la licencia por enfermedad a los empleados, o si pueden negarse inmediatamente a pagarla mientras esperan dicha exención, dijo David Barrón, un abogado laboral del bufete de abogados Cozen O’Connor.
“Por lo general, se aprueba una ley y la agencia de aplicación tendría la capacidad de aclarar y explicar esa ley en forma de regulación”, señaló Barrón. “Pero esta situación se está moviendo de manera tan apresurada que no sé qué tan rápido el Departamento de Trabajo podría proporcionar ese tipo de orientación”.
Asimismo, Barrón señaló que las pequeñas empresas que pagan licencia por enfermedad “obtendrán un crédito dólar por dólar en sus impuestos” de conformidad con la ley, y que el Departamento de Trabajo tiene hasta el 2 de abril, cuando la ley entre en vigencia, para emitir una orientación.
“El Departamento de Trabajo podría establecer algún mecanismo para que los pequeños empleadores soliciten exenciones y lo eliminen antes de que esto surta efecto”, indicó.
Otro abogado laboralista, Shannon Liss-Riordan, manifestó que “mientras tanto, creo que el empleador sería responsable de pagar la licencia por enfermedad en virtud de la ley”.
Tres miembros demócratas del Congreso, la senadora Patty Murray de Washington, la senadora Kirsten Gillibrand de Nueva York y la congresista Rosa De Lauro de Connecticut, han presentado un proyecto de ley, llamado PAID Leave Act, que proporcionaría a “todos los empleados y contratistas independientes” 14 días de enfermedad pagados de emergencia, que serán “reembolsados en su totalidad por el gobierno federal”.
DeLauro dijo en un comunicado que estaba “decepcionada” de que la ley que Trump firmó “excluyera a decenas de millones de trabajadores del acceso a días de enfermedad pagados o licencias pagadas a más largo plazo, incluidos nuestros operadores de atención médica y los primeros en responder en esta crisis”.
El nuevo proyecto de ley es necesario “para que nadie quede fuera”, manifestó.
El senador Edward J. Markey (D-Mass.) también pidió al Congreso que se asegure de que el próximo paquete de ayuda incluya disposiciones de licencia pagada que “se apliquen específicamente a los trabajadores independientes o trabajadores bajo demanda, como los conductores de Uber y Lyft.
“Son la razón por la que tantas compañías se han convertido en nombres conocidos y pueden proporcionar con éxito servicios importantes a millones de clientes estadounidenses”, expuso Markey en una carta al líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell (R-Ky.), y al líder de la minoría, Charles E. Schumer (DN.Y.).
“El hecho de que sus empleadores no los clasifiquen adecuadamente como empleados significa que estos trabajadores esencialmente se quedan solos durante esta crisis”, escribió Markey.
Otros políticos, incluido el senador Mark Warner (D-Va.), y grupos de defensa de los trabajadores independientes han instado al Congreso a aliviar parte de la carga financiera para ellos si se enferman con COVID-19 o eligen limitar su exposición al quedarse en casa.
Liss-Riordan ha llevado el asunto a los tribunales. Presentó demandas federales en San Francisco en busca de mociones de emergencia que requieren que Uber y Lyft clasifiquen a sus conductores como empleados para que al menos puedan estar cubiertos por la ley de California.
“El hecho de que Uber no brinde licencia pagada por enfermedad según lo ordena la ley estatal significa que sus conductores necesitarán trabajar mientras están enfermos para llegar a fin de mes y aumenta sustancialmente la probabilidad de que transmitan enfermedades al público en general”, dice la demanda contra esa compañía.
Uber y Lyft se negaron a comentar sobre el litigio, pero reiteraron sus comentarios anteriores de que proporcionarían fondos a los conductores diagnosticados con el virus o puestos en cuarentena. Uber declaró que sus conductores recibirían asistencia financiera no especificada por hasta 14 días, y Lyft también señaló que proporcionaría apoyo financiero no especificado a sus conductores.
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